El Papa Francisco se mostró en desacuerdo con la idea de quienes sostienen que en México se debería convenir con el narcotráfico como una vía para pacificar al país, sacudido por la violencia desatada por el crimen organizado.
El pontífice dijo que México debe buscar «salidas políticas» a sus problemas y acuerdos entre los diversos sectores y partidos, y aunque expresó que no podía dar recomendaciones al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que en política hay que ser creativos.
«A mí me suena mal», dijo Francisco consultado sobre un eventual pacto con el narco en una entrevista con el canal Televisa difundida el martes. «Es como si yo para ayudar a la evangelización de un país pactara con el diablo».
En el violento estado Guerrero, un sacerdote católico, Salvador Rangel, se ha reunido con poderosos narcotraficantes buscando apaciguar la violencia que agobia a la zona. Antes de asumir como presidente de México en diciembre, López Obrador fue uno de los pocos personajes públicos que respaldó al obispo.
Como hace cuatro años, el Sumo Pontífice opinó que «realmente el diablo le tienen bronca a México» al precisar que esa es su opinión como «hombre del pueblo». En 2015, Francisco dijo que los conflictos y la violencia que golpean al país son un castigo del diablo debido a su histórica devoción católica.
México está inmerso desde hace 12 años en un espiral de violencia que ha cobrado la vida de decenas de miles de personas y miles desaparecidos mientras el crimen organizado ha seguido expandiendo sus actividades a amplias zonas del país.
López Obrador ha dicho que no combatirá la violencia con más violencia y ha dicho que atacará las razones que llevan a miles de jóvenes a engrosar las filas del narcotráfico, ofreciéndoles trabajo y oportunidades.