El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo que los legisladores pueden modificar su propuesta de reforma de pensiones siempre y cuando esos cambios no pongan en peligro el objetivo del proyecto de ley de aproximadamente 1 billón de reales (US$258.000 millones) en ahorros durante una década.
En una conversación con periodistas el viernes, Bolsonaro dijo que es natural ceder a algunas demandas y que no puede negar la facultad del Congreso para alterar el proyecto de ley que es la pieza central de sus esfuerzos para reducir la deuda pública. Dijo que cree en la aprobación de la reforma, pero advirtió contra un exceso de confianza.
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«No podemos subestimar las posibilidades de perder la batalla», dijo, al comparar el acuerdo de reforma con una boda programada. «Porque quizá la novia no aparezca».
Los comentarios de Bolsonaro se produjeron un día después de que uno de los legisladores a cargo de dirigir el polémico proyecto de ley a través del Congreso diera a conocer un informe con los cambios sugeridos. Las modificaciones tienen como objetivo reforzar el apoyo del Congreso para la medida y mantener los ahorros lo más cerca posible del objetivo del gobierno. El presidente de la Cámara Baja, Rodrigo Maia, dijo que la legislación podría someterse a una votación definitoria antes del receso del Congreso a mediados de julio.
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El informe del diputado Samuel Moreira mantuvo una edad mínima de jubilación de 65 años para los hombres y de 62 para las mujeres, uno de los temas centrales del proyecto de ley. Su informe suprimió otros puntos, como la implementación de cuentas de ahorro de pensiones individuales.
En su conversación con los periodistas, Bolsonaro agregó que una reforma fiscal sería una de las prioridades después de que los legisladores aprueben la reforma de las pensiones. Agregó que la alta tasa de desempleo de Brasil es un problema.
CP