La Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, se reunió el viernes con el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, a quien le dijo que «está insistiendo con la liberación de los presos políticos», en el marco de la visita que realiza a la nación sumergida en una severa crisis.
La reunión se produjo en el último día de visita de Bachelet a Caracas. Guaidó dijo que el informe final de la visita será entregado por la expresidenta chilena el próximo 5 de julio.
«Nos manifestó que está insistiendo con la liberación de los presos políticos», dijo Guaidó al concluir la reunión.
Además adelantó que según le dijo la Alta Comisionada, se prepara la instalación de una oficina de DD.HH., que ocuparán dos funcionarios de la ONU para continuar la labor en el país. Otros detalles no fueron inmediatamente divulgados.
La Voz de América constató que Bachelet, que llegó el miércoles a Caracas, entró a la sede parlamentaria el viernes, pero no ofreció declaraciones a la prensa. Afuera la esperaban diputados que la acompañaron hasta el interior del edificio.
Guaidó dijo también que la agenda de Bachelet no incluye esta vez visitas a hospitales y cárceles, como han solicitado familiares y grupos de derechos humanos, pero explicó que dos funcionarios de su oficina permanecerán en Venezuela y que se instalará una oficina en Caracas para continuar trabajando en el país. Dijo que irán también al interior de la nación.
«Entiendo que el objetivo de instalar la oficina de DDHH en Venezuela es precisamente para hacer visitas de campo», dijo en alusión a la eventual instalación de dicha oficina.
A la pregunta acerca de si Maduro aprobó la instalación de dicha oficina de DD.HH. de la ONU en Venezuela Guaidó contestó: «Eso tendría que reponderlo el dictador, pero entendemos que se queda la oficina».
En ese sentido, dijo Guaidó, diputados le explicaron a Bachelet que «hoy Caracas es una burbuja», refiriéndose a que problemas como la falta de energía eléctrica, agua potable, gasolina y otros productos de alta demanda es mucho más grave fuera de la capital venezolana.
Dijo que la visita de la Alta Comisionada es «relevante» y que no se trata solo «de visibilizar» sino de «aproximar soluciones a la catástrofe humanitaria» que padece Venezuela.
Consultado por reporteros acerca del alcance de la visita, Guaidó dijo: «Nos hubiera gustado más visita de campo», en referencia a sitios clave como hospitales, escuelas y cárceles.
Guaidó dijo que con Bachelet trató además la situación del preso político Juan Requesens, detenido en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) desde el 7 de agosto de 2018 por estar presuntamente involucrado en el «atentado» del 4 de agosto contra el presidente en disputa Nicolás Maduro.
También conversaron sobre el encarcelamiento del jefe de personal de Guaidó, Roberto Marrero, quien está acusado de supuesto contrabando de armas y explosivos desde Colombia. Fuerzas de Maduro dijeron tras un registro, luego de la detención, que hallaron en su casa dos rifles de tipo militar y una granada. Los fiscales lo han acusado de traición, conspiración y ocultamiento de armas y explosivos. Una eventual condena si se probaran los cargos podría significar hasta 30 años de prisión.
El presidente encargado dijo que trató con Bachelet temas relacionados con la presencia de la guerrilla colombiana ELN en la frontera con Colombia y sobre la presencia militar extranjera en el país.
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Este viernes Bachelet también se reunió con el líder de la chavista Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, Diosdado Cabello, según fotografías publicadas por Reuters.
También se reúne el viernes con representantes de la Iglesia Católica y con familiares de presos políticos.
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Protestas para llamar la atención de Bachelet
El jueves, Bachelet se reunió con funcionarios de alto rango del gobierno de Maduro, entre ellos el ministro de Defensa Vladimir Padrino y el canciller Jorge Arreaza.
También se reunió con familiares de los presos políticos y con víctimas de la represión.
Al término de su visita, el viernes en la noche, está previsto que Bachelet haga una declaración a la prensa.
Esta ha sido una visita que generó gran expectativa dentro y fuera de Venezuela, donde la crisis política ha dejado más de cuatro millones de desplazados y una carencia sin precedente de comida y medicamentos en el rico país petrolero.
Fuera de la sede de la ONU en Caracas, venezolanos de diferentes sectores de la sociedad llegaron para llamar la atención de Bachelet, según constató la VOA.
«Estamos aquí por la luz, por el agua, por la violación de nuestros derechos fundamentales que es la vida, contar con buenos servicios (…) Este gobierno nos ha atropellado, estamos aquí diciendo a la señora Bachelet que se ponga la mano en el corazón y que por favor, meta la mano por todos los venezolanos sufriendo la grave crisis que vive Venezuela, en los hospitales los niños se mueren (…) no contamos con un salario digno», dijo Eurides Urribarri.
(Escrito por Rosa Tania Valdés)