Washington — El presidente Donald Trump declaró el jueves que “Irán cometió un grandísimo error” al derribar un dron estadounidense de reconocimiento en el estrecho de Ormuz, pero insinuó que fue una equivocación tonta y no un recrudecimiento intencional de las tensiones que han aumentado los temores de un conflicto militar abierto.
A la pregunta de cuál será la respuesta de Estados Unidos ante este hecho, el mandatario dijo enfáticamente: “Pronto lo sabrán”.
El derribo de la enorme aeronave no tripulada que Irán describió como un acto intencional de defensa de su territorio, no como un error, fue un firme recordatorio del peligro de un conflicto militar entre ambos países en momentos en que el gobierno de Trump aplica una campaña de “presión máxima” de sanciones económicas contra Irán al tiempo que acumula fuerzas estadounidenses en la región.
El jueves, Irán aseguró que las sanciones son “terrorismo económico”, que el dron invadió su espacio aéreo y que expondrá el caso ante Naciones Unidas en un intento por mostrar que Estados Unidos miente cuando afirma que el aparato volaba sobre aguas internacionales. Irán acusó a Estados Unidos de incurrir en “un acto muy peligroso y provocador”.
El dron, cuya envergadura es mayor que la de un Boeing 737, ingresó en el espacio aéreo iraní “a pesar de las reiteradas advertencias hechas por radio” e Irán lo derribó en una acción apegada a la carta de Naciones Unidas que permite acciones de autodefensa “en caso de un ataque armado”, dijo el embajador iraní ante la ONU, Majid Takht Ravanchi.
Trump, que expresó su deseo de evitar una guerra y negociar con Irán sobre sus ambiciones nucleares, pareció minimizar la importancia del derribo.
El mandatario se refirió a lo sucedido como “otra novedad… otra mosca en la sopa”. Sin embargo, señaló que “este país no tolerará ese tipo de acciones, puedo asegurárselos”.
Poco antes de las declaraciones de Trump, el teniente general de la Fuerza Aérea, Joseph Guastella, jefe de las fuerzas aéreas del Comando Central de Estados Unidos en la región, tuvo un enfoque más crítico sobre el derribo en una zona donde Trump responsabilizó a Irán de atacar a buques de transporte.
“Este ataque es un intento de impedir nuestra capacidad de vigilancia en la zona después de las recientes amenazas al transporte marítimo internacional y al libre flujo del comercio”, apuntó.
El gobierno de Trump ha incrementado desde hace más de un año la presión económica sobre Irán. Washington restituyó sanciones punitivas a Irán tras la decisión de Trump de retirar a Estados Unidos de un acuerdo internacional que tuvo el propósito de restringir el programa nuclear iraní a cambio de una reducción de sanciones anteriores.
Las demás potencias mundiales que continúan como signatarias del acuerdo nuclear fijaron para el 28 de junio una reunión en la que examinarán el retiro de Estados Unidos y el anuncio de Irán de que busca incrementar sus existencias de uranio.
Estados Unidos envió en fecha reciente un portaviones a la región del Golfo Pérsico y desplegó efectivos adicionales a los decenas de miles ya están destacados en la zona. Toda esto ha incrementado los temores de que un error de cálculo o un mayor aumento de las tensiones pudiera arrastrar a Estados Unidos e Irán hacia un conflicto abierto 40 años después de la Revolución Islámica de Teherán.