La comisionada residente en Washington, Jenniffer González, ayudó hoy a lanzar, en Miami (Florida), la coalición Latinos por Trump.
González envió un tuit para informar que estuvo en el evento de los Latinos por Trump, que refleja un endoso al presidente de Estados Unidos.
at #LatinosForTrump rally in Miami.Thank you Mr. @VP @mike_pence for allowing me to join you today! Facts: @realDonaldTrump approved more funds to ???? than ever before, $42 billion & counting. Latinos are winning under his leadership, + jobs, higher wages and better opportunities pic.twitter.com/67mGQF4VsS
— Jenniffer González (@Jenniffer2012) June 25, 2019
“Hechos: @realDonaldTrump aprobó más fondos para Puerto Rico que nunca antes, $42,000 millones y aún sumando. Los latinos están ganando bajo su liderato, más trabajos, altos salarios y mejores oportunidades”, sostuvo la comisionada, quien es presidenta del Partido Republicano de EE.UU. en la isla.
La comisionada viajó a Miami en el Air Force 2 del vicepresidente Michael Pence, quien le agradeció “que nos ayudara a lanzar Latinos por Trump”. Antes fueron a inspeccionar los trabajos del Centro Nacional de Huracanes.
González dijo recientemente a El Nuevo Día que no sería hasta diciembre que anunciará alguna decisión en torno a la candidatura a la releección de Trump.
Pero, hoy se vinculó al inicio de la campaña del presidente Trump hacia la comunidad latina.
En un comunicado de prensa, el vicepresidente Pence anunció que el presidente de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) que controla las finanzas de Puerto Rico, José Carrión, se ha integrado al comité Latinos por Trump, de cara a la candidatura a la reelección del actual presidente de Estados Unidos.
Carrión es uno de los 16 miembros del grupo directivo de la organización que fueron anunciados en Miami.
En 2016, González y los demás delegados republicanos de la Isla votaron en la convención presidencial del Grand Old Party (GOP) por el senador Marco Rubio (Florida), quien venció con una mayoría abrumadora a Trump en la primaria de la isla.
Como presidente de EE.UU., Trump ha rechazado la idea de convertir a Puerto Rico en el estado 51, el ideal que defienden los republicanos de la isla.
Socialism has no place in the United States. This Administration has made it a priority to fight the spread of this dangerous ideology and has focused on improving economic opportunities for Latinos across the Nation. pic.twitter.com/diK9YOF9uH
— Jenniffer González (@Jenniffer2012) June 25, 2019
La lenta e ineficiente respuesta federal al huracán María puede haber afectado aún más la percepción en Puerto Rico sobre Trump. Una encuesta del diario The Washington Post reflejó el verano pasado que solo un 15% de los electores de la isla elogia su trabajo en torno a Puerto Rico.
Otro puertorriqueño en el grupo de Latinos por Trump es Juan Carlos Benítez, natural de la isla y quien ha estado viviendo en Guam. El comité lo identifica como de Guam y Puerto Rico.
Carrión se integra al comité Latinos por Trump después de que el presidente Donald Trump refiriera su nombramiento al Senado estadounidense para completar su término de tres años como miembro de la JSF.
La misma noche en que el presidente Trump anunció su intención de nombrarle a él y los otros seis miembros de la JSF, Carrión publicó un artículo de opinión en el conservador New York Post para, entre otras cosas, asegurar que buscarían subsanar las preocupaciones del inquilino de la Casa Blanca en torno al uso de los fondos de asistencia federal para mitigar la catástrofe causada por el huracán María.
“Parte del trabajo de la JSF es garantizar que se aborden las inquietudes del presidente Trump: asegurar que los fondos federales se administren de manera inteligente en todos los niveles del gobierno de Puerto Rico. No se utilizarán fondos federales para pagar la deuda de Puerto Rico”, indicó Carrión en el artículo publicado el 29 de abril, la misma noche en que la Casa Blanca anunció la intención de nombrar a los miembros de la JSF para que sean confirmados por el Senado de EE.UU..
Los nombramientos fueron enviados al Senado estadounidense con la intención de cumplir con una decisión del Primer Circuito de Apelaciones que determinó que los nombramientos fueron inconstitucionales pues no fueron nombrados directamente por el presidente de EE.UU. y confirmados por el Senado federal.