Elizabeth Jean Carroll, reconocida periodista estadounidense, acusó al presidente estadounidense, Donald Trump, de haberla violado hace 23 años en Nueva York. La respuesta del acusado no se hizo esperar: «Lo diré con mucho respeto: Primero, no es mi tipo. Segundo, nunca pasó. Nunca pasó, ¿vale?», dijo en una entrevista para el diario The Hill.
El mandatario recalcó al diario que Carroll está «mintiendo» y afirmó que la acusación de la periodista está motivada políticamente: «Totalmente mentiroso. No sé nada de ella ”, dijo. «No sé nada de esta mujer. No sé nada de ella. Ella es… es una cosa terrible que la gente pueda hacer declaraciones como esas». Finalmente, le dijo a Carroll que su libro «debería venderse en la sección de ficción».
La periodista respondió a las declaraciones del mandatario diciendo: «Me encanta que no sea su tipo», según la cadena estadounidense CNN. Según cuenta la columnista de la revista Elle (ahora de 75 años) en un libro que será publicado proximamente, el magnate la acosó y la sometió sexualmente en un probador de «Bergdorf and Goodman», un tienda con sede en la Quinta Avenida a pasos de la Trump Tower.
En un fragmento publicado por la revista New York Magazine, Carroll cuenta cómo Trump -fue a fines de 1995 o principios de 1996- la reconoció dentro de Bergdorf and Goodman y le pidió consejos para darle un regalo a una niña. La mujer, que tenía entonces 52 años, aceptó ayudarlo y terminó en la sección de venta de ropa interior. Allí Trump le pidió probara para él algunas prendas, y la mujer riendo le dijo que podía probarlas directamente él.
Según su propio relato, Carroll entró en un probador y apenas cerró cerró la puerta el empresario entró de repente y se abalanzó sobre ella: la empujó contra la pared, la besó y la tiró hacia abajo. La periodista, en shock, pensó al principio que se trataba de una broma y comenzó a empujarlo hacia atrás, pero Trump volvió a empujarla contra la pared y le bajó las medias, relata.
«Al momento siguiente, todavía vistiendo su atuendo de negocio, camisa, corbata, traje de chaqueta y abrigo, se lo abre, se baja la cremallera del pantalón y, forzando sus dedos alrededor de mi zona íntima, empuja su pene a medias -o entero, no estoy segura- dentro de mí», narra la periodista. La mujer consiguió zafarse en un encuentro que duró apenas tres minutos y en el que «no cree» que Trump eyaculara.
Frente a esta situación, Carroll explicó que decidió no denunciar el ataque y no hizo caso a un par de confidentes que le aconsejaron que fuera a la policía. Aunque una docena de mujeres a lo largo del tiempo acusaron a Donald Trump de acoso o abuso, la periodista explicó que no se expuso expuesta hasta el momento «por temor a recibir amenazas de muerte, a ser expulsada de su hogar, a ser despedida, a ser arrastrada por el barro».
D.S.