La novia de Jamal Khashoggi: «Jamás volvió a salir de ese edificio, jamás regresó a mí»

«Nuestros sueños de una vida juntos lo llevaron a Estambul para obtener en el consulado saudita los documentos necesarios para poder casarnos. Jamás volvió a salir de ese edificio, jamás regresó a mí, ni a la vida con la que soñábamos». Estas palabras fueron escritas por Hatice Cengiz, la novia del asesinado periodista y disidente saudita Jamal Khashoggi, en un artículo publicado por The New York Times.

«Cuando conocí a Jamal en Estambul, él había estado viviendo y trabajando en Washington durante más de un año, después de haber dejado su casa en Arabia Saudita en medio de una campaña violenta en contra de intelectuales y activistas», escribió la joven, que estaba comprometida con el columnista del Washington Post. 

«Después de comprometernos, y mientras planeábamos nuestra nueva vida juntos en Washington, Jamal hablaba con gran calidez acerca de la ciudad, sus museos y sus mercados. ‘Confía en mí. Te encantará’, me decía. Hablaba sobre sus amigos en Estados Unidos y me decía que quería que yo los conociera después de que nos casáramos».

«Jamal nunca regresará, pero podría hacerse algo para salvar a esas personas por quienes luchó. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha intentado ignorar el asunto». (Hatice Cengiz)

Cengiz contó que fueron sus «sueños de una vida juntos» los que los llevaron a Estambul para obtener en el consulado saudita los documentos necesarios para contraer matrimonio: «Jamás volvió a salir de ese edificio, jamás regresó a mí, ni a la vida con la que soñábamos», contó. «Tan solo han pasado ocho meses. Durante los días previos a esa funesta tarde de octubre, estuve de compras para mi boda. Jamal tenía curiosidad. Yo le enviaba fotografías de todo lo que compraba y él me respondía con sus comentarios. Veo en retrospectiva lo sucedido. Me doy cuenta de lo ordinario que era.

El relato es una muestra del drama que la joven vive desde el 2 de octubre: «Y de pronto nos arrebataron a Jamal de una manera impensable, algo que solo podría pasar en una película de terror. Sin embargo, esa es la vida que vivo ahora». «Mientras vivía estos encuentros, comencé a sentir que Jamal no solo había muerto en Estambul, sino también en Washington. Regresó una ola de emociones agitadas, como si lo hubiera perdido ayer. Soñábamos con vivir juntos en esta ciudad».

«Mi corazón sentía una pena más grande porque incluso después del asesinato de Jamal y de la condena mundial que inspiró, Arabia Saudita ha seguido cometiendo atrocidades» (Hatice Cengiz)

«Mientras caminaba por sus calles sola y visitaba los museos y los lugares históricos de los que me había contado Jamal, seguía viendo su rostro sonriente por todas partes. Podía escuchar la emoción en su voz mientras caminaba por Washington sin él». En el artículo, Cengiz también acusó al poder estadounidense de no haber «hecho lo suficiente para que los asesinos de Jamal se enfrenten a la justicia» y al presidente Donald Trump de «ignorar» el asunto.

Paralelamente, la joven turca reclamó ante la ONU una investigación internacional sobre este «premeditado» homicidio, en la que están implicadas altas autoridades del poder de Arabia Saudita. «Es una urgente necesidad de que haya una investigación internacional sobre este asesinato» dijo Cengiz, al margen de un Consejo de Naciones Unidas sobre Derechos humanos, en Ginebra.

Los comentarios de Cengiz se produjeron días después de que una relatora de Naciones Unidas afirmara que existen pruebas suficientes de la responsabilidad del príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman en el asesinato del periodista, pidiendo  sanciones así como una investigación internacional. Esta relatora especial de Naciones Unidas, Agnès Callamard, consideró el 19 de junio a Arabia Saudita «responsable» de la «ejecución extrajudicial» de Khashoggi, y precisó en su informe «que hay suficientes pruebas creíbles sobre la responsabilidad del príncipe heredero que exigen una investigación adicional».

D.S.

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