El ministro de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, informó este miércoles de que el Gobierno desarticuló un nuevo «golpe de Estado» por parte de la oposición que había sido organizado para los pasados días 23 y 24 de junio. Rodríguez presentó pruebas del nuevo intento de «golpe de Estado», que según ha afirmado, pretendía «matar» a Nicolás Maduro, a su esposa Cilia Flores y al presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello.
Rodríguez dijo que como parte de este plan incluía “bombardeos” contra la base militar de La Carlota, ubicada en Caracas, hasta donde iba a ser llevado el militar Raúl Baduel, ex aliado de Hugo Chávez y quien está en prisión en la sede del Sebin (servicios secretos), para ser investido como jefe de Estado. Baduel fue ministro de Defensa del fallecido Chávez y fue degradado por Maduro en 2018 junto con el general Antonio Rivero, quien según el gobierno vive en República Dominicana y lideraba la conspiración.
«Desde hace más de un año, 14 meses exactamente, se hace seguimiento a estos casos. Sabemos con quién hablan y qué hablan. Tenemos horas de vídeos y reuniones de los varios golpes de Estado que estamos tratando de explicar», manifestó Rodríguez, según informó la agencia de noticias bolivariana AVN. Al menos seis de los involucrados están detenidos, agregó Rodríguez.
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El ministro venezolano denunció que el intento de «golpe» fue financiado desde el exterior, concretamente por los gobiernos de Iván Duque (Colombia) y Sebastián Piñera (Chile): «Ellos conocen perfectamente esos golpes de Estado porque invierten dinero en ellos, protegen a los terroristas y buscan la forma de acabar con la democracia venezolana».
Según el ministro, Duque y Piñera estuvieron «financiando y promoviendo» distintos planes para producir un golpe de Estado en el país y agregó que desde República Dominicana, el general de brigada retirado Báez Torrealba, dirigía el presunto «asesinato» del presidente Maduro y de 95% de los generales del Ejército nacional. También habló de «incursión de agentes terroristas especiales israelíes, norteamericanos, colombianos».
«Tenemos las órdenes de operaciones que fueron realizadas por estos grupos terroristas», expresó Rodríguez. Agregó que estos agentes internacionales se dividían en «tres grupos de combates”, de los cuales uno tenía como objetivo “la captura y el asesinato del presidente Maduro, de Diosdado Cabello, Freddy Bernal, y la toma de Miraflores», aseguró.
El «asombroso» éxodo venezolano asciende a 4 millones de personas
Por su parte, el líder chavista rechazó los «planes terroristas» de la oposición en el presunto intento golpista, que según detalló el mandatario, pretendía «matar 60 militantes de los colectivos y poner bombas para destruir servicios públicos». «Hemos desmantelado y capturado a una banda de terroristas que pretendía un golpe de Estado contra la sociedad y la democracia venezolana. ¡Están capturados!», anunció Maduro.
«Afortunadamente tenemos una Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) unida, cohesionada y leal que ha derrotado a estos fascistas y los ha capturado uno por uno gracias a la moral de nuestros oficiales», agregó Maduro antes de decir por el canal de televisión Telesur que «desde Colombia se conspira y no lo vamos a tolerar».
Una crisis interminable
La crisis política en Venezuela se agravó el 10 de enero, cuando Maduro decidió iniciar un segundo mandato de seis años que no reconocen ni la oposición ni buena parte de la comunidad internacional porque consideran que las elecciones presidenciales del 20 de mayo fueron un fraude.
En respuesta, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se autoproclamó mandatario interino el 23 de enero con el objetivo de cesar la «usurpación», crear un gobierno de transición y celebrar «elecciones libres». Fue reconocido por Argentina, Estados Unidos, una decena de países latinoamericanos, así como varios europeos.
Entretanto, más de 4 millones de venezolanos abandonaron el país en los últimos años a causa de la crisis humanitaria que sufre la nación caribeña. La ONU advierte de que, si la tendencia continúa, a final de 2019 podrían sumar más de cinco millones, mientras el FMI prevé para Venezuela una hiperinflación del 10.000.000% en 2019, situación que la institución internacional califica de «crisis humanitaria».
D.S.