El Gobierno de Venezuela dijo que investigará la muerte de un capitán de la Armada que estaba detenido, acusado de traición, sedición e intento de asesinato del presidente Nicolás Maduro.
El capitán Rafael Acosta Arévalo, de 49 años de edad, fue arrestado el miércoles junto con otros tres soldados y dos agentes de policía, sumándose a docenas de personas detenidas desde un levantamiento contra Maduro el 30 de abril. Las autoridades dijeron que el prisionero murió alrededor de la 1 a.m. del sábado en un hospital del Ministerio de Defensa en Caracas y no revelaron la causa de la muerte, dijo en una entrevista telefónica el abogado de Acosta Arévalo, Alonso Medina.
El Gobierno reconoció la muerte y ordenó una investigación, según un comunicado del Ministerio de Información. El organismo regional Grupo de Lima y Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos, dijo que la muerte fue un asesinato, y el Grupo de Lima agregó que Acosta Arévalo mostraba señales de tortura.
En una audiencia para imponer cargos el viernes por la mañana, se vio a Acosta Arévalo en silla de ruedas, con la cara magullada y las uñas con sangre, dijo Medina. El juez Maikel Amezquita Pión suspendió la audiencia y remitió al capitán al Hospital Fuerte de Tiuna, que se encuentra dentro de una instalación militar en el centro de Caracas.
Estados Unidos «condena el asesinato y la tortura» de Acosta Arévalo mientras se encontraba bajo la custodia de «los matones de Maduro y los asesores cubanos», dijo la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, en un comunicado el domingo.
Según el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, el Gobierno ha detenido a más de 200 oficiales militares en los últimos meses. El levantamiento fallido del 30 de abril estuvo liderado por Guaidó y Leopoldo López, mentor de Guaidó y preso político que huyó del arresto domiciliario para protegerse en la residencia del embajador español.
Guaidó, reconocido como líder del país por unos 50 países, incluido Estados Unidos, dijo que el capitán fue asesinado tras haber sido torturado brutalmente. Añadió que cargos gubernamentales e incluso extranjeros están aplicando la tortura. «Este nuevo acto de barbarie de Maduro debe llevarnos a la acción», señaló Ortagus. «Este asesinato sin sentido es una prueba más de que Maduro continuará matando a su gente, robando a la nación venezolana y mintiendo al mundo para quedarse en el palacio de Miraflores».