Los abogados de Joaquín «El Chapo» Guzmán, el narcotraficante mexicano más conocido, informaron este jueves que fue enviado a ADX Florence en Colorado, la cárcel más segura del país y la única con la etiqueta «Supermax».
Jeffrey Lichtman relató que, horas después de ser sentenciado a cadena perpetua más 30 años, un helicóptero del gobierno recogió rápidamente a Guzmán en la ciudad de Nueva York para llevarlo a las instalaciones de máxima seguridad.
El abogado Aseguró que quedó claro que había un plan preparado “para sacarlo de la ciudad en cuanto fuera posible”.
Si bien no se sabe si este será su último lugar de reclusión, ADX Florence es conocida como el “Alcatraz de las Rocallosas”. No se ha registrado una fuga desde su inauguración en 1994.
Las celdas estándar son de 2,1m de ancho por 3,6 de largo. Con capacidad para 490 presos, por esta cárcel han pasado personajes como el “Unabomber” Ted Kaczynksi, y el atacante del maratón de Boston, Dzhokhar Tsarnaev.
Después de dos escapes de cárceles mexicanas, su extradición, 14 testigos cooperantes y tres meses de juicio, «El Chapo» fue sentenciado el miércoles a cadena perpetua por los 10 delitos de los que se le acusaban y a 30 años adicionales por portar armas de fuego, lo máximo estipulado por la ley.
Durante su juicio, Guzmán estuvo recluido en confinamiento solitario en un ala de alta seguridad de la prisión de Manhattan. Los traslados se hacían bajo estrictas medidas de seguridad.
Reacción mexicana
La reacción mexicana a la sentencia de «El Chapo» vino de parte del propio presidente Andrés Manuel López Obrador. El mandatario expresó una especie de lamento, pero aseguró que utilizará los canales legales para tratar de que la fortuna del narcotraficante, calculada en 14.000 millones de dólares, regrese a México.
“Yo lamento mucho que se den estos casos. Yo no quiero que nadie esté en la cárcel, que nadie esté en un hospital, que nadie sufra (…) Es una vida también ingrata el tener una familia y no poderla ver, el andar a salto de mata, a lo mejor eso no es vida”, afirmó el presidente.
“Creo que todo lo que se confisque y que tenga que ver con México se tiene que devolver a México”, agregó, afirmando que probablemente el gobierno de Estados Unidos esté de acuerdo.
«Tengo también en mi cabeza presente a muchas víctimas. Es algo muy doloroso», agregó.