Nueva York– El 20 de julio de 1969 el mundo se paralizó. Millones quedaron atónitos al ser testigos de lo que hasta ese momento creían inalcanzable: la llegada del hombre a la Luna, que por siglos había sido fuente de inspiración para enamorados, hecho que quedó captado en vídeos, que este sábado fueron subastados en Nueva York por $1.8 millones.
Las emociones estuvieron a flor de piel, la mirada fija en la pantalla de su televisión y la respiración casi contenida cuando la figura del comandante de la misión, Neil Armstrong, apareció y descendió de la nave poco a poco hasta poner el pie en la luna hace 50 años, seguido poco después por su colega Buzz Aldrin.
La casa Sotheby’s ha recordado y rendido tributo a ese histórico momento que hoy se conmemora con una subasta en la que tres vídeos originales de esa primera caminata del hombre en la luna, -que no es de queso como parecía- grabados ese día fueron subastados por $1.8 millones.
Esto es ocho mil veces más que lo que pagó un becario cuando compró las cintas en una subasta a la NASA en 1976 por $217.77 dólares (unos 190 euros), destacó Sotheby’s en un comunicado.
Se refirió a Gary George, un estudiante de ingeniería que en ese entonces trabajaba como becario en la NASA y que se hizo con un lote de 65 cajas de unas 1.150 bobinas, con la intención de grabar encima del contenido.
El precio esperado para el más codiciado artículo figuraba entre uno y dos millones de dólares y la puja comenzó con $700,000, cifra que comenzó a subir rápidamente como la espuma hasta alcanzar $1.5 millones de dólares al golpe del mallete, que finalmente llegó a los $1.8 millones con impuestos y comisiones.
Por cerca de cinco minutos tres postores lucharon a través del teléfono y la web por quedarse con los vídeos, que son parte de la extensa lista de artículos de la subasta «Space Exploration» (Exploración del espacio) con la que la casa de subastas conmemoró este sábado las cinco décadas del viaje a la luna y que incluyó también objetos de misiones rusas.
Las tres bobinas -sin restaurar, ni aumentar ni remasterizar- son las únicas supervivientes de la primera generación de grabaciones del paseo lunar y son más nítidas que las imágenes que han sobrevivido de las retransmisiones televisivas de aquel entonces, las cuales han perdido calidad, tanto en el vídeo como en el audio, destacó Sotheby’s.
George se deshizo de muchas de ellas que vendió, regaló a la universidad donde estudió y otras a una iglesia pero conservó estas tres imágenes de la llegada del Apollo 11 luego de que su padre se percatara que tres de las cajas tenían una etiqueta que identificaba su contenido.
Sotheby’s recordó que desde su compra en 1976, apenas han sido reproducidas en tres ocasiones y aseguró que el audio de estas cintas, grabadas desde el centro espacial Manned Spacecraft en Texas, que ahora se llama Lyndon B. Johnson, es excelente.
En octubre del 2008, George pudo localizar un estudio con el equipo capaz de reproducir las cintas, que pudo ver por primera vez desde que fueron grabadas y milagrosamente estaban en impecables condiciones y en noviembre de ese año fueron vistas nuevamente para digitalizarlas, destacó además Sotheby’s.
La tercera ocasión en que fueron vistas fue por los expertos de Sotheby’s.
«Las tres cintas de dos pulgadas Quadruplex (de 45:04, 49:00 y 50:15 minutos) transportan a la audiencia al monitor de gran pantalla en el Control de la Misión, que mostraba imágenes más claras con un mayor contraste que aquellas que vieron en televisión los 500 millones de personas», agregó.
Las tres bobinas están en las cajas originales del fabricante, rojas y negras.
La subasta incluyó más de 200 artículos, entre ellos un collage con fotos que incluye una nota escrita a mano y firmada por Aldrin que se cree es lo primero escrito en la superficie lunar, que fue comprado por $225,000 así como banderas de Estados Unidos que viajaron al espacio en las naves y la de la ONU que acompañó la misión sobre el Apollo 11, comprada por $6,000.
Hubo gran cantidad de fotos de los astronautas que viajaron a la luna, Armstrong, Aldrin y Michael Collins (que se mantuvo en la nave de acoplamiento que los traería de regreso a la tierra) y algunas sobrepasaron el precio esperado.
La colección de pasaportes de Estados Unidos emitidos entre el 1954 y el 1979 a Armstrong, que murió en el 2012, fueron vendidos por $65,000 dólares. El precio de salida fluctuaba entre los $30,000 y $50,000 dólares.