El presidente Vizcarra quiere adelantar las elecciones en Perú

Los casos de corrupción que salpicaron en los últimos años la política en Perú dejaron, sin duda, una mancha negra difícil de limpiar, y parece no acabar. El presidente peruano, Martín Vizcarra, entregó esta semana al Congreso un proyecto de reforma constitucional, que había anunciado hace tres días, para adelantar las elecciones y acortar los mandatos del Ejecutivo y el Legislativo, luego de que el caso Odebrecht implicara a cuatro de sus antecesores.

Vizcarra sorprendió a los peruanos al proponer adelantar un año las elecciones generales y realizarlas en abril de 2020, como salida a la “crisis institucional” que persiste 16 meses después de la renuncia del ex mandatario Pedro Pablo Kuczynski (PPK). “La voz del pueblo tiene que ser escuchada. El Perú reclama a gritos un nuevo comienzo”, declaró el presidente, enfrentado al fujimorismo.

Tsunami político. El escándalo Odebrecht, el mayor pago de coimas en toda Latinoamérica, precipitó órdenes firmes de arresto para cuatro ex presidentes de Perú. Alejandro Toledo (2001-2006) está detenido en Estados Unidos, donde se inició el pedido de extradición; mientras que Ollanta Humala (2011-2016) y PPK (2016-2018) fueron llevados a la cárcel. Sin embargo, el caso más emblemático y sorpresivo tuvo como protagonista a Alan García (1985-1990 y 2006-2011), que se suicidó cuando iba a ser arrestado por la policía tras ser señalado por Jorge Barata, ex jefe de la sede de Odebrecht en Perú, de haber recibido 3 millones de dólares en coimas a cambio de beneficiar a la constructora para llevar adelante diversas obras de infraestructura. Alberto Fujimori, preso desde hace nueve años por delitos de lesa humanidad, completa la llamativa lista.

El escándalo de coimas desatado en Brasil se inició en 2016, cuando Marcelo Odebrecht, dueño de la constructora, confesó haber usado una “caja B” destinada a pagar sobornos a distintos funcionarios políticos a cambio de favorecer licitaciones y para financiar ilegalmente campañas presidenciales. Fue por esto último que el ex mandatario Ollanta Humala fue detenido por haber recibido 3 millones de dólares cuando era candidato. Y hay más: su rival de ese entonces, Keiko Fujimori, recibió el mismo monto y también se encuentra apresada.

Investigación. Luego de una primera explosión dentro del mundo político brasileño, el caso se extendió más allá de sus fronteras gracias a la investigación llevada a cabo por periodistas de toda la región. Así, se formó la Red IDL-Reporteros, que se reunió con el fin de sacar a la luz lo que sería el Lava Jato en Latinoamérica. El creador del equipo es Gustavo Gorriti, un periodista peruano especializado en el tema, quien en diálogo con PERFIL contó que empezó a investigar el caso en el año 2011, cuando le llamó la atención que el gigante Odebrecht fuera el proveedor más importante del Estado peruano. El y su equipo ya podían notar la existencia de inexplicables costos adicionales en cada obra de ingeniería.

“Para la inmensa mayoría de la sociedad, la lucha anticorrupción ha abierto una ventana de esperanza dentro de la pared de escepticismo con que la gente veía la corrupción como una enfermedad terrible pero inevitable”, cuenta Gorriti. Y agrega: “La gente ha mostrado un respaldo masivo a la acción de los fiscales y a los periodistas de investigación que llevaron los casos vinculados con el Lava Jato”.

Sin embargo, Gorriti es reacio a la hora de imaginar un nuevo rumbo en el escenario político luego del escándalo. “Debería haber un cambio sustantivo y permanente, pero eso no es seguro. Primero, porque las soluciones ofrecidas para hacer frente al escenario no han sido ni lo suficientemente profundas ni lo esperadamente creativas que debieron ser. Segundo, porque los grupos y las fuerzas vinculados con la corrupción han iniciado una contraofensiva muy intensa desde comienzos de año. Ellos tienen aún la mayoría del poder político y económico, y ahora intentan aplicarlo”, señala. Y sentencia: “Espero que no tengan éxito”.

Tras las rejas

Alberto Fujimori está condenado por usurpación de funciones, asesinatos, secuestros, malversación de fondos públicos, corrupción y desvío de fondos.

Toledo fue condenado por recibir 4 millones de dólares por la licitación de la Carretera Interoceánica Sur.

García, acusado en el caso Odebrecht, se suicidó cuando iba a ser detenido.

Humala fue condenado por la financiación ilegal de su campaña.

PPK fue sentenciado por lavado de dinero cuando era ministro de Toledo.

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