El ejército colombiano capturó a uno de los cabecillas del Clan del Golfo, la principal red de narcotráfico de Colombia, acusado de asesinar a varios líderes comunales y de derechos humanos en el noroeste del país.
El general del ejército Juan Carlos Ramírez, comandante del departamento del Chocó, señaló el lunes en una rueda de prensa que alias «Piquiña», de 37 años, fue capturado la víspera. Antes de integrar la red narco había pertenecido a las desaparecidas bandas paramilitares Autodefensas de Colombia y desde hace 10 años era el jefe de la organización criminal en el Chocó.
«Cuando `Piquiña’ pretendía abordar una lancha como si fuera una persona normal, la fuerza pública lo identificó» y vio que tenía una orden de captura por parte de la Fiscalía General de la Nación por narcotráfico y asesinato de líderes sociales y de derechos humanos.
El alto jefe militar agregó que en la zona en que la que fue detenido «Piquiña» hay aproximadamente 1.200 hombres de esa red. «Esta captura es un impacto de mando a los jefes del Clan del Golfo y además impacta las rentas ya que coordinaba el pago por el tránsito de base de pasta de cocaína. A los habitantes de esa región los amenazaban, los extorsionaban, los secuestraban e inclusive participaban en el homicidio de nuestros líderes sociales», añadió.
Según la Defensoría del Pueblo, desde enero de 2016 hasta finales de febrero de 2019 han sido asesinados en Colombia 462 líderes de derechos humanos.
El Clan del Golfo -liderado por Dairo Antonio Usuga David, alias «Otoniel«- es el cártel más importante de Colombia y surgió hace una década cuando muchos miembros de las bandas paramilitares no quisieron acogerse a una desmovilización que propuso el gobierno.
La fiscalía general acusa a sus integrantes de narcotráfico, homicidio y hurto. Se estima que el Clan del Golfo tiene más de 1.750 miembros.
Estados Unidos ofrece una recompensa de cinco millones de dólares por la captura de alias «Otoniel» y el gobierno colombiano otro millón de dólares.