Washinton — El gobierno del presidente Donald Trump congeló el lunes todos los activos del gobierno venezolano, en un significativo recrudecimiento de las tensiones con el mandatario socialista Nicolás Maduro, que se ha aferrado al poder a pesar de la creciente presión internacional para que renuncie.
La medida, que además prohíbe a los estadounidenses hacer negocios con el gobierno de Venezuela, entra en vigor inmediatamente. La orden ejecutiva firmada por Trump fundamenta la decisión en la continua “usurpación” del poder por parte de Maduro y en los abusos a los derechos humanos por sus allegados.
Aunque la orden no es un embargo comercial formal, representa la medida más dura de Estados Unidos dirigida a destituir a Maduro desde que el gobierno de Trump reconoció al líder opositor Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela en enero. Coloca al país sudamericano en el mismo plano que adversarios de Washington como Cuba, Siria, Irán y Corea del Norte, que también enfrentan duras sanciones estadounidenses.
Las sanciones anteriores se han centrado en docenas de funcionarios del gobierno venezolano y en la industria petrolera de Venezuela, la principal fuente de divisas por exportaciones del país.
Como parte de la orden ejecutiva, los estadounidenses tendrán prohibido participar en transacciones con cualquiera que se determine está apoyando a Maduro o a su gobierno. Los que respalden al mandatario venezolano tampoco podrán ingresar a Estados Unidos.
Se harán excepciones en los casos de envío de alimentos, medicinas y ropa. Las transacciones con el sector privado de Venezuela, el cual aún tiene un tamaño considerable, tampoco parecen verse afectadas.
La orden ejecutiva fue emitida al día siguiente de que John Bolton, el asesor de Seguridad Nacional de Trump, y Wilbur Ross, secretario de Comercio de Estados Unidos, representen al país en la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela.
A la conferencia asisten representantes de más de 50 naciones que reconocen a Guaidó como presidente de Venezuela y consideran que la reelección de Maduro el año pasado fue fraudulenta.
Momentos después de que se anunció la orden ejecutiva, Bolton tuiteó que prevé tener un día “productivo” en Lima.