Uno de los guardias del financista Jeffrey Epstein la noche en que se suicidó en su celda de una cárcel federal no era un agente de correccionales, según una persona familiarizada con el centro de detención, el cual está bajo escrutinio por lo que el secretario de Justicia William Barr consideró el lunes “irregularidades graves”.
Epstein, de 66 años, fue hallado muerto el sábado por la mañana en su celda del Centro Correccional Metropolitano, una cárcel que solía tener renombre por su capacidad para mantener controlados a prisioneros célebres con estrictas medidas de seguridad.
“Me quedé horrorizado, y de hecho todo el departamento lo estaba, y francamente enojado de enterarme del fracaso del CCM para mantener a este prisionero en una seguridad adecuada”, afirmó Barr en un congreso policial en Nueva Orleans. “Ahora nos estamos enterando de irregularidades graves en estas instalaciones que son profundamente preocupantes y exigimos una investigación a fondo. El FBI y la oficina del inspector general están haciendo justo eso”.
“Llegaremos al fondo de lo que ocurrió y habrá rendición de cuentas”, agregó.
En los días desde la muerte de Epstein -quien aguardaba a que le imputaran cargos por abuso sexual de menores de edad- ha comenzado a surgir una imagen de que este centro de detención en Manhattan padecía problemas crónicos de falta de personal donde probablemente se cometieron una serie de errores en el manejo de su reo de más alto perfil.
A Epstein se le consideró un interno con riesgos de suicidio al que había que supervisar después de que hace poco más de dos semanas fue hallado en su celda con moretones en el cuello. Pero a fines de julio se le retiró esa vigilancia y fue devuelto a la unidad de alojamiento especial de la cárcel.
Allí se suponía que un guardia debía revisar a Epstein aproximadamente cada media hora. Pero los investigadores se enteraron que esas revisiones no se efectuaron durante varias horas antes de que el financista fuera hallado inconsciente, de acuerdo con una persona familiarizada con el episodio, la cual habló a condición de guardar el anonimato porque carece de autorización para declarar sobre el asunto.
Un segundo individuo al tanto de las operaciones en la cárcel -el cual tampoco está autorizado para revelar información y habló a condición de guardar el anonimato- dijo que una de las dos personas que vigilaban a Epstein en las horas previas a que fuera hallado muerto no era un agente de correccionales, sino un reemplazo al que se le había presionado para que trabajara debido a que hacía falta personal.
Se desconoce cuál era el puesto regular del sustituto, pero las prisiones federales que enfrentan escasez de guardias entrenados han recurrido a que otro tipo de personal de apoyo reemplace a los agentes de correccionales, incluyendo trabajadores eclesiásticos y profesores.
The Washington Post fue el primero en reportar que uno de los guardias de Epstein no era un agente de correccionales.