En 2003, la epidemia del SRAS en Asia había provocado una caída de cerca de un tercio del número de turistas chinos.
La alerta internacional por la propagación del coronavirus chino está creciendo y llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS), a hablar de un «alto riesgo global» el 28 de enero. FOTO: DPA [ Ver fotogalería ]
Publicado el 28 de enero de 2020
El brote del coronavirus que surgió en la ciudad china de Wuhan afectará negativamente, sobre todo, al turismo, además de la restauración y el comercio minorista, según el consenso de los expertos. «Los inversores están preocupados por la expansión de las infecciones debido a que es una época de muchos viajes por el Año Nuevo chino», indica la analista de WisdomTree Aneeka Gupta, quien recordó que el brote vírico recuerda al SARS de 2003, al H1N1 de 2009, y a la gripe aviar de 2013.
«El impacto económico del SARS fue significativo pero muy reducido en el tiempo. En Hong Kong se produjeron grandes caídas en transporte, turismo y ventas minoristas durante el brote que tuvo lugar entre marzo y junio de 2003″, agregó Gupta. De esta forma, la analista explicó que el sector más expuesto es el del transporte aéreo, especialmente China Southern Airlines, que abarca una cuota de mercado del 38% por asientos ofertados.
Estados Unidos instó este 28 de enero a los sus ciudadanos a «reconsiderar» sus planes de viaje a China debido a la epidemia y el Departamento de Estado emitió una categórica advertencia para que los estadounidenses no viajen a la privincia de Hubei, donde se ubica la ciudad de Wuhan. Hasta el momento, 106 personas personas murieron por el coronavirus, todos de ellos en China, donde las autoridades contabilizan 4.000 casos.
La metrópolis de Wuhan, cuna del virus, está de hecho cortada del mundo, así como casi toda la provincia central de Hubei, donde viven más de 56 millones de habitantes. Cerca de 41 millones de personas fueron confinadas en 13 ciudades y se cerraron turísticos como la Ciudad Prohibida, la Gran Muralla y el palacio de Patiala (Tíbet) para evitar masas. Para restringir la afluencia a los transportes en plenas festividades del Año Nuevo chino, el gobierno suspendió los viajes organizados en China y al extranjero, un duro golpe para el turismo, peso pesado de la economía con 11% del PIB en 2018 según cifras oficiales.
El nuevo coronavirus amenaza con provocar graves consecuencias económicas si se desata el «pánico», advirtió el viernes el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC). «Casos precedentes han mostrado que cerrar aeropuertos, anular vuelos y cerrar las fronteras suele tener un impacto económico más importante que la epidemia en sí», declaró la presidenta del WTTC, Gloria Guevara, en un comunicado.
Aunque es consciente de la necesidad de «la activación rápida de planes de emergencia eficaces», subraya la importancia de una «comunicación rápida, precisa y transparente para contener el pánico y atenuar las consecuencias económicas negativas». «Contener la propagación de un pánico inútil es tan importante como contener el propio virus», estimó, saliendo al paso de las medidas de China para luchar contra la dispersión del coronavirus aparecido en diciembre en el mercado de Wuhan.
El turismo en Asia, víctima colateral
Trip.com, el gigante chino de las reservas de viajes en línea, y que desea salir a bolsa en Hong Kong, vio este lunes cómo su acción caía en Wall Street un 18% en cuatro sesiones. Las repercusiones podrían llegar a otros lugares de Asia, desde Japón a Tailandia, donde los gastos de los turistas chinos son un motor económico crucial.
El número de turistas chinos en el extranjero se multiplicó casi por diez desde 2003, el año de la epidemia de SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), otro coronavirus, indicó la consultora Capital Economics en un informe. Si este año se produce una caída similar, «esto amputaría entre 1,5 y 2 puntos de porcentaje del PIB de los países más vulnerables», agrega Capital Economics. Hong Kong, Singapur y Canadá también sufrieron las consecuencias económicas de esa epidemia, con unas pérdidas para el sector mundial de los viajes y del turismo que oscilaron entre US$ 30.000 y 50.000 millones.
La decisión de Pekín de suspender los viajes organizados al extranjero para intentar contener la epidemia podría incluso afectar de manera considerable al turismo mundial, empezando por algunos países asiáticos que dependen en particular de los visitantes chinos. Tras el aislamiento de Wuhan el gobierno chino anunció este fin de semana la suspensión de los viajes organizados en China y el extranjero. «Los gastos de visitantes chinos representan actualmente una parte importante del PIB» (Producto Interno Bruto) de algunos territorios y países asiáticos, como Hong Kong, Camboya, Tailandia y Singapur, según Capital Economics.
En Hong Kong, donde el número de turistas procedentes de la China continental cayó estrepitosamente desde junio, con el inicio de las protestas prodemocracia. «La hostelería, la restauración y el turismo fueron los más golpeados por la recesión y ahora» este nuevo virus «pone sal en la herida», dijo Dickie Wong, director general de investigación en Kingston Securities. En 2003, cerca de 300 personas murieron en Hong Kong del virus SARS, que surgió en China. Aquello significó un duro golpe para la economía de Hong Kong, que vio caer la afluencia de turistas.
El impacto en Japón y Tailandia
En Tokio, la caída del turismo chino ya se hizo sentir en Asakusa, un barrio turístico de la capital con pequeñas tiendas, restaurantes y templos. «Tenemos menos gente este año», declaró Yoshie Yoneyama, la encargada de una tienda de pasteles y bebidas japonesas tradicionales en esa ciudad. «Vemos en particular menos turistas chinos. Diría que hay la mitad menos con respecto al año anterior o el precedente», afirmó.
Los chinos se convirtieron en el primer contingente de turistas extranjeros en Japón desde que se flexibilizaron las restricciones en sus visados en 2015. Pasaron de menos de 450.000 en 2003 a cerca de 8,4 millones (sin contar hongkoneses) en 2018, cerca del 27% del total de visitantes extranjeros en Japón, según estadísticas de la Organización Japonesa de Turismo (JNTO). Debido al virus, será «muy difícil» para Japón alcanzar en 2020 su objetivo de 40 millones de turistas, incluso con los Juegos Olímpicos de este verano, advirtió Yuki Takashima, economista de Nomura Securities .
Una fuerte caída de los turistas chinos en Japón tendría consecuencias más allá del sector turístico, porque esos visitantes compran generalmente durante su estadía electrodomésticos y cosméticos nipones, explicó, ya que en Japón, «90% de las compras de cosméticos hechas por turistas extranjeros viene de clientes chinos», recordaron analistas de Mitsubishi UFJ Morgan Stanley en un informe.
De todos modos, la economía japonesa debería soportar el impacto mejor que otros países asiáticos más dependientes del turismo, como Tailandia, según Stephen Innes, estratega en AxiCorp. El turismo representa cerca del 18% del PIB tailandés, y los chinos son más de un cuarto de los visitantes extranjeros del país. Ahora, el vacío dejado por los chinos ya se hace sentir en la turística Phuket, en el sur del país: «Estamos muy preocupados. Desde hace dos días las calles, los comercios y las playas están desiertos», dijo Claude de Crissey, hotelero y cónsul honorario de Francia en Phuket. «Si la situación se prolonga podría ser dramático», advirtió.
DPA / AFP / EP / DS