Las organizaciones humanitarias e intercontinentales criticaron este lunes la decisión del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, de desplegar al ejército en la Asamblea Legislativa para presionar por la aprobación de un préstamo millonario destinado a combatir la violencia en el país.
El desacuerdo entre Bukele y los legisladores de la oposición escaló a un punto crítico el domingo, después de que los diputados se negaron a discutir el préstamo y el presidente se presentó en la sede legislativa en medio de una movilización militar.
La oposición consideró que Bukele trató de presionarlos, pero el gobierno justificó que la compañía militar fue para proteger al presidente.
Este lunes, la comisionada presidencial del Gabinete de Gobierno, Carolina Recinos, dijo que para la presencia de Bukele en la legislatura “se activaron protocolos de seguridad para proteger al mandatario salvadoreño, diputados y la población que llegó al congreso”.
Ya este lunes los elementos militares y policiales se habían retirado de los alrededores de la Asamblea Legislativa, y los legisladores asistieron a una audiencia para lograr un acuerdo sobre el financiamiento del Plan de Seguridad.
Sin embargo, al finalizar la reunión, el presidente del Congreso, Mario Ponce, informó en su cuenta de Twitter que la sesión extraordinaria que estaba prevista para la aprobación de los fondos se suspendió hasta nuevo aviso.
El secretario general del partido FMLN, Oscar Ortiz, sostuvo que las acciones de Bukele son de una dictadura. «Así operan los dictadores, se pasan las leyes por encima, en este caso, el día de ayer la constitución fue violada», destacó en una conferencia de prensa del grupo parlamentario.
El fiscal general de El Salvador, Raúl Melara, dijo que antes de la llegada de Bukele a la legislatura habló con él por teléfono y ya se abrió una investigación para determinar si hay delito penal por las acciones.
Erika Guevara-Rosas, directora de Amnistía Internacional para las Américas, dijo en su cuenta de Twitter que “el presidente Nayib Bukele haciendo ese despliegue militar parece olvidar la nefasta historia de violaciones de Derechos Humanos en el país”.
“El respeto a la separación de poderes es necesaria para garantizar el estado de Derecho y el respeto de los Derechos Humanos”, agregó.
El director para las Américas de Human Right Watch, José Miguel Vivanco, señaló que Bukele ha provocado una “grave crisis constitucional”.
“Al no lograr el apoyo del Congreso (…) ordenó rodearlo por el Ejército y soldados con armas largas ingresaron al plenario de las sesiones. ¿Qué concepto tiene Bukele sobre la democracia?”, dijo Vivanco en un tuit.
Por otra parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió a El Salvador “resolver pacíficamente la actual crisis” y “respetar la separación de poderes y la Constitución”.
“El diálogo, el respeto a la institucionalidad y al estado de Derecho son condiciones fundamentales para las obligaciones internacionales de Derechos Humanos”.
(Colaboración: Waldo Serrano)