La república insular de Vanuatu, en el océano Pacífico, vive una «tragedia» climática que amenaza con convertirse en un «apocalipsis«: ante la amenaza de que el aumento del nivel de los océanos desaparezca a su comunidad, el pequeño archipiélago está elaborando planes urgentes para reubicar docenas de aldeas que se ven amenazadas.
Los científicos predicen que el nivel del mar en el Pacífico aumentará entre 25 y 58 centímetros para mediados de siglo. Esa es una perspectiva devastadora para Vanuatu , donde alrededor del 60 por ciento de la población vive a menos de un kilómetro de la costa, y el gobierno se lanzó a una megaoperación de reubicación de miles de habitantes.
El ministro de Cambio Climático, Ralph Regenvanu, dijo que el gobierno identificó «docenas» de comunidades, establecidas desde hace mucho tiempo de las áreas costeras donde el cambio climático está elevando los niveles del mar y alimentando tormentas más extremas. Estas zonas fueron calificadas como «áreas de riesgo» para la población y se espera que la operación de evacuación demande dos años de trabajo.
«Nuestro mayor desafío en este momento en Vanuatu es básicamente mantener seguras a nuestras poblaciones», dijo Regenvanu al explicar el plan para fortalecer las defensas costeras de sus islas. «Estamos descubriendo cada vez más que nuestra gente está sujeta a todo tipo de amenazas de volcanes, inundaciones, ciclones, etc. Así que tenemos que involucrarnos ahora en mover poblaciones y construir una infraestructura resiliente para que nuestra gente esté más segura en los próximos años».
«El desplazamiento climático de las poblaciones es la característica principal de nuestro futuro. Tenemos que estar preparados y planificarlo ahora», dijo Regenvanu, quien asumió su cartera ministerial después de una elección anticipada en octubre. «Va a ser un gran desafío y una gran tragedia para muchas personas que tendrían que dejar su tierra ancestral para mudarse a otros lugares, pero esa es la realidad».
El país está clasificado como uno de los países más susceptibles a los desastres naturales como terremotos, daños por tormentas, inundaciones y tsunamis, según el Informe mundial de riesgos anual, y la mitad de la población ya se vio afectada cuando el ciclón Pam azotó la capital, Port Vila, en 2015, matando a una docena de personas, destruyendo cultivos y dejando a miles sin hogar.
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Lidiar con el impacto del calentamiento global es un gran desafío para los 300.000 habitantes de Vanuatu que viven en una cadena de islas entre Australia y Fiji, pero otras naciones del Pacífico también están buscando trasladar comunidades amenazadas, incluido Fiji, donde se ha destinado la reubicación de docenas de aldeas debido a los impactos de la crisis climática.
En 2005, Vanuatu fue una de las primeras naciones del Pacífico en trasladar a toda una comunidad de la isla norteña de Tegua de una zona costera propensa a inundaciones a tierras más altas. Y en 2017, las 11.000 personas que vivían en Ambae, una isla en el norte del país, fueron transportadas por una armada irregular de botes a otras islas después de que el volcán Manaro Voui hizo erupción, arrojando rocas y cenizas sobre los aldeanos.
En mayo de este año, el parlamento de Vanuatu declaró una emergencia por el cambio climático y su gobierno está tratando de acelerar la acción global liderando los esfuerzos para llevar el asunto a la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya. En octubre pasado, Regenvanu asistió a la cumbre COP27 de la ONU en Sharm el-Sheikh y llegó a un acuerdo histórico para ayudar a los países vulnerables a hacer frente al cambio climático proporcionando un fondo de «pérdidas y daños«.
ds
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