Christian Brueckner, el principal sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann, fue fotografiado en una fiesta con amigos «llena de alcohol» tan solo semanas después de ser interrogado por las autoridades respecto al caso de la menor británica. Incluso los conocidos del hombre lo describieron como «el alma y vida» de la fiesta, ofreciendo bebidas alcohólicas gratis a sus invitados y manteniendo los festejos hasta altas horas de la noche.
Según informó el medio británico Daily Mail, el cual tuvo acceso a las imágenes, las fotos fueron tomadas en 2013 durante la celebración del cumpleaños número 37 del sospechoso junto a un grupo de amigos. El festejo tuvo lugar en un quiosco en Braunschweig, Alemania, que Brueckner dirigió de 2012 a 2016.
Las fotografías lo muestran con sus allegados sonriendo y riendo, mientras comía distintos alimentos como carne, volovanes, ensalada rusa y tortilla española. Al respecto, un examigo del alemán declaró a The Sun que el sospechoso era «la vida y el alma» de la fiesta. «Emborrachaba a todos con bebida gratis y terminábamos de fiesta hasta las dos o las tres de la madrugada. Su cumpleaños fue igual. Terminó siendo una noche muy larga», afirmó.
Otras de las imágenes lo retratan abrazando a su perro mientras él está en el suelo. Al respecto, se cree que dicho animal es el mismo que la policía encontró en 2016 enterrado junto a las tarjetas de memoria que contenían videos de abusos infantiles.
Esta semana, Brueckner enfrentará un juicio por distintos ataques sexuales que cometió en distintos países europeos entre 2000 y 2017. A pesar de ser el principal sospechoso y de que las autoridades alemanas lo investigaran durante cinco años, Brueckner aún no fue acusado por la desaparición de Maddie. Sumado a esto, en abril del año pasado se informó que podría no enfrentar cargos en Alemania por el caso de la menor británica, luego de que un tribunal dictaminó que los fiscales no tenían competencia para presentar un caso en su contra.
Una parte integral del próximo juicio es el delincuente menor y examigo de Brueckner, Helge Busching, quien declaró en el pasado que el sospechoso confesó el crimen al asegurar que la niña «no gritó» cuando fue secuestrada.
«Él dijo ‘ella no gritó, ella no gritó’, eso es lo que dijo Brueckner y luego miré al señor Brueckner y pensé ‘¿qué me estás diciendo ahora?», indicó Busching a la periodista Jutta Rabe en un audio transmitido en el programa 60 Minutes. «Y luego su reacción a eso, es decir, ‘¿Eh? ¿Que acabas de decir? ¿Ella no gritó? ¿Cómo puedes saberlo?’ En ese momento, [Busching] se dio cuenta, ‘[Brueckner] él lo sabe’. ‘Él, él ha estado allí. Él la secuestró’«, afirmó Rabe.
Busching afirmó haber denunciado dos veces sus sospechas a la policía, primero a Scotland Yard en 2008 y nuevamente en el décimo aniversario de la desaparición de Madeleine, aunque su pista no tuvo seguimiento hasta 2020.
En aquel momento, los datos telefónicos obtenidos por la policía alemana situaban a Brueckner cerca de la casa de vacaciones donde la niña fue secuestrada. Ese dato junto con la declaración de su examigo convirtió al alemán en el principal sospechoso del caso.
Según informó 60 Minutes, Busching dará pruebas de que vio vídeos de Brueckner agrediendo a mujeres en el juicio que tendrá lugar este 16 de febrero por casos no relacionados con la desaparición de Madeleine. Sumado a eso, el hombre indicó haber estado recibiendo cartas periódicas del sospechoso en prisión.
Por su parte, el fiscal del caso McCann, Hans Christian Wolters, afirmó a 60 Minutes que no tenía ninguna duda de que Brueckner es su principal sospechoso y que Busching era un testigo «creíble» que prestó testimonio en otro caso contra Brueckner. «La investigación aún continúa. Tenemos trabajo que hacer y cuándo llegaremos a su fin, y si creemos que es suficiente, acusaremos a Christian B y si no es suficiente entonces tendremos que cerrar el caso», expresó.
El principal sospechoso hombre negó todas las acusaciones formuladas en su contra en el caso McCann. Sin embargo, en el pasado fue acusado de una serie de crímenes sexuales contra mujeres y niños, incluidas múltiples violaciones, por lo cual será juzgado el próximo 16 de febrero. Además, sobre él ya había pesado una condena de 7 años por el robo y abuso de una anciana de 72 años.