Bogotá —
La creencia popular apunta a que los hombres deben ocultar sus sentimientos y evitar llorar, en parte porque de lo contrario y con frencuencia son criticados debido a conceptos machistas y culturales que han predominado en nuestra región.
En Colombia, un país suramericano que no escapa de la tendencia, algunas iniciativas intentan cambiar este paradigma desde propuestas encaminadas a fortalecer la salud mental de la población masculina.
No son pocos los ejemplos de que estás conductas machistas conducen a que los hombres hagan menos visibles sus problemas emocionales. Fue el caso de Miguel Gómez, que recuerda sus oscuros días durante un episodio de depresión.
“No quería ya vivir”, explicó Gómez a la Voz de América.
Él forma parte del 66,3 % de los colombianos que, según el Ministerio de Salud, ha enfrentado algún tipo de problema de salud mental en su vida. Si bien son las mujeres las que suelen buscar ayuda con más frecuencia, la creencia popular de que «los hombres no lloran» ha impulsado que el sexo masculino no dé un paso al frente a la hora de buscar un desahogo de los sentimientos que lo agobian.
Cifras del Observatorio de Violencia del Instituto Nacional de Medicina Legal revelan una disparidad significativa en las víctimas de suicidio, con 2.254 hombres y 598 mujeres, durante 2022.
Con estos datos y una gran cantidad de usuarios que, como Gómez se atreven a contar su historia, nació hace cuatro años en Bogotá la ‘Línea Calma’ para brindar orientación emocional y psicosocial a los hombres y luchar contra el sexismo.
Se trata de una línea telefónica que ofrece atención gratuita y surgió como un canal de comunicación para todos los hombres mayores de 18 años en Bogotá que quieran tener un espacio para comunicarse, ser escuchados y recibir orientación profesional.
“Una llamada puede cambiar la vida, hablar sobre cómo nos sentimos puede, de verdad, transformar la manera en que nos relacionamos con nuestras parejas, con nuestras familias y en general sobre cómo estamos recibiendo las dificultades o los retos que se presentan en nuestra vida”, dijo a la VOA, Luis Felipe Calero, subsecretario de Cultura ciudadana de Bogotá.
Desde su surgimiento, más de 19.000 hombres han encontrado guía psicológica con los profesionales de la ‘Línea Calma’ y se han logrado, con éxito, 3.500 procesos psicoeducativos. Una iniciativa pionera en Bogotá, que ha extendido su modelo a ciudades como Ibagué y Barrancabermeja.
Para ofrecer una atención más personalizada, efectiva y articulada este servicio solicita el nombre del usuario y algunos datos. El servicio está disponible cada vez que una persoan tiene «la necesidad de conversar con alguien», indica en su sitio digital. «Los profesionales que reciben las llamadas en la línea estarán allí para escucharlo».
Pero la idea no sólo es hablar de las emociones, sino saber canalizar sentimientos comunes como la ira y la desesperación. Según cifras de Medicina Legal, de cada 10 casos de violencia intrafamiliar, ocho son ejercidas por hombres; es decir, son los principales victimarios.
El servicio se ha vuelto popular. “Y creo que sí es importante porque nos sucede mucho en la línea que nos llaman de otras ciudades. Por favor, escúchame, porque hay una línea de atención de pronto emocional en el departamento, pero posiblemente no con esa especificidad dirigida a hombres”, explicó Angélica, psicóloga de ‘Línea Calma’.
No está dirigida a menores de 18 años ni se trata de una línea de denuncia. Su sitio web informa que «en dado caso de que se reciban llamadas de denuncia o de emergencias, inmediatamente se re-direccionarán a la Línea 123, que es la línea del Distrito para estos casos».
De acuerdo con las autoridades, con iniciativas como la ‘Línea Calma’ y otros programas de atención mental, se ha demostrado que más del 76 % de los hombres en Bogotá muestra interés en tramitar mejor sus emociones, aunque no sabe cómo hacerlo.
“Hay alternativas y que esas alternativas pueden ayudar a disminuir el tema de la violencia que se está presentando en la ciudad Bogotá”, dijo Rodrigo Osvaldo, psicólogo de ‘Línea Calma’.
Actualmente, la línea cuenta con una plantilla de 15 profesionales que dan asesoría psicológica y jurídica los siete días de la semana. Pero el éxito del programa también se enfrenta a una principal limitación: romper paradigmas.
“Lo primero es el sistema de creencias que a los hombres les dice que no necesitan hablar con nadie, que pueden resolver sus problemas muchas veces solos, sin conversar, sin hablarlo”, concluyó Calero.
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