El duelo sin cuartel que mantienen el el juez de la Corte Suprema de Brasil, Alexandre de Moraes, y el megamillonario empresario Elon Musk sumó una nuevo capítulo este viernes, cuando el magistrado ordenó la transferencia de 18,35 millones de reales (unos 3,3 millones de dólares) de las cuentas de la red social X y de la empresa Starlink, a las arcas federales para pagar las multas impuestas por la Justicia.
Tanto X como Starlink son propiedad del multimillonario sudafricano Elon Musk. En el caso de Starlink, hay otros accionistas con participación en la empresa en Brasil.
En un comunicado, el Supremo Tribunal Federal (STF) señaló que había ordenado a los bancos Citibank e Itau inmovilizar las cuentas de X y Starlink, pero como el dinero de las multas ya fue embargado para el pago, esas empresas de Musk ya pueden volver a operar con sus cuentas.
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Alexandre Moraes ordenó suspender las actividades de X en Brasil
Este viernes los bancos Citibank e Itaú informaron al STF de que habían cumplido con la orden judicial y transferido las cantidades requeridas a la cuenta del Gobierno Federal en el Banco do Brasil.
El Bolsonarismo busca votos para destituirlo
El enfrentamiento entre el juez De Moraes y Musk derivó de la negativa del empresario de suministrar al magistrado la lista de algunos usuarios de X, que De Moraes quería condenar sus posteos en X, la ex Twitter, indicando que intentaban sembrar el caos, difundir noticias falsas y atentaban contra el orden democrático.
De Moraes mantiene una ofensiva total contra Bolsonaro, que lo acusa de «ser un dictador», y en se marco de choques, la fuerza legislativa que responde al expresidente de Brasil está intentando llegar al número necesario para poder pedir el impechment del magistrado, y así forzar su destitución,
En el acto de la semana pasada, Bolsonaro atacó al magistrado y señaló «espero que el Senado federal frene a Alexandre de Moraes, este dictador que hace más daño a Brasil que el propio Luiz Inácio Lula da Silva».
Los seguidores de Bolsonaro quieren acusar a De Moraes de violar derechos constitucionales, derechos humanos, incurrir en múltiples violaciones del proceso legal, abuso de poder e argumentos para sustentar la acción, entre ellos, violaciones de derechos constitucionales y humanos, violación del debido proceso legal y del sistema acusacional brasileño, abuso de poder, prevaricación en la situación que provocó la muerte de Cleriston Pereira da Cunha (detenido el 8 de enero), falta de respeto al Código de Procedimiento Penal y uso de la prisión preventiva como medio de coerción para obtener acuerdos de culpabilidad.
La batalla legal entre el STF y Elon Musk
Desde últimos meses, Brasil es testigo de una creciente ola de desinformación que se propaga a través de redes sociales y plataformas de mensajería como WhatsApp y Telegram. Videos editados, acusaciones infundadas y narrativas manipuladas fueron utilizadas para atacar figuras clave del sistema judicial y sembrar dudas sobre la integridad del proceso electoral. Entre las principales víctimas de estas fake news se encuentra el ministro Alexandre de Moraes, quien ha sido blanco de múltiples rumores propagados por la derecha que lo acusan de censura y manipulación.
Todo comenzó el 7 de abril, cuando De Moraes incluyó a Musk en una investigación y ordenó a X cumplir con las resoluciones del Poder Judicial brasileño, bajo amenaza de sanciones económicas y legales.
La investigación contra Musk se originó por la supuesta reactivación de perfiles bloqueados por orden del STF. El juez De Moraes fue contundente en su advertencia: la empresa enfrentaría una multa diaria de R$ 100.000 (aproximadamente US$ 20.000) por cada perfil que desobedeciera la orden judicial. Además, en caso de incumplimiento, los representantes legales de X en Brasil serían acusados de desacato.
Musk no tardó en responder. Menos de 24 horas después, publicó en redes sociales que su personal en Brasil había sido amenazado, lo que llevó al empresario a insinuar un posible cierre de la oficina de X en el país. Finalmente, el 17 de agosto, X anunció el cierre de su sede en Brasil, lo que viola la legislación local que obliga a las plataformas de redes sociales a tener un representante legal en el territorio.
El 28 de agosto, De Moraes citó a Musk a través de la propia plataforma X, exigiéndole que designara un representante legal en Brasil en un plazo de 24 horas. En respuesta, Musk utilizó sus redes para burlarse del juez con memes y comentarios generados por inteligencia artificial. Sin embargo, la situación no hizo más que empeorar. El 30 de agosto, De Moraes ordenó la suspensión de X en Brasil, lo que dejó a millones de usuarios sin acceso a la plataforma.
La citación judicial a Musk a través de su propia red social generó una gran controversia legal. Es que la citación debería haberse realizado a través de canales diplomáticos o mediante una comisión rogatoria, como lo establece el Código Procesal Penal.
Mientras algunos consideran que el juez actuó en defensa de las instituciones democráticas, otros, sobre todo los seguidores de Bolsonaro, ven sus medidas como una forma de censura excesiva, aunque estas posturas se basan en información errónea que ya ha sido desmentida.
HB