El gobierno socialista de España, dirigido por el presidente Pedro Sánchez, sufrió un duro revés en las elecciones municipales celebradas este domingo, después de que el Partido Popular (de derecha) obtuviera la mayoría de los votos. Además, los socialistas perdieron varias de las regiones del país que gobernaban. «Estamos en una marea de la derecha en España«, celebró el PP.
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, afirmó que España «ha iniciado un nuevo ciclo político». «Hemos ganado con claridad y hemos dado el primer paso para un nuevo ciclo político que vamos a abrir con todos y para todos en España», dijo a seis meses de las legislativas nacionales en las que según encuestas la derecha podría sacar del poder a Sánchez.
«No es lo que esperábamos tras estas semanas de campaña electoral y evidentemente tenemos que hacer también una reflexión de cara a los próximos meses», admitió la portavoz del Partido Socialista, Pilar Alegría. Estas elecciones muestran que «las ganas de cambio y esa alternativa (del PP) es absolutamente imparable» para las legislativas, celebró la portavoz del PP, Cuca Gamarra.
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El Partido Socialista Español (PSOE) perdió 15 de las 22 capitales de provincia en las que gobierna, entre ellas «feudos» socialistas como Sevilla -la mayor ciudad de Andalucía y uno de sus baluartes-, Valladolid, Castellón y Palma, y no consiguieron Valencia, donde forman parte del gobierno municipal de la alianza Compromís. Tampoco lograron ser primera fuerza en Barcelona, donde se impuso la lista de Xavier Trias.
Con un porcentaje escrutado superior al 95% en estas ciudades, los socialistas perdieron Sevilla, Huelva y Granada de modo que, de las capitales andaluzas solo conservan la alcaldía de Jaén. Tampoco pudieron ganar en Cádiz, donde a última hora el recuento de votos dio mayoría al PP, según Europa Press.
El PSOE también sufrió una importante derrota en las capitales de la Comunidad Valenciana, especialmente en la ciudad de Valencia, donde PP y Vox lograron mayoría para gobernar. El PP fue la lista más votada en Comunidad Valenciana, Baleares, Aragón, La Rioja y Cantabria, donde podrá gobernar si alcanza con pactos con Vox.
Con este porcentaje del escrutinio, los socialistas pierden prácticamente todas las CCAA y tan solo mantienen el Principado de Asturias, donde están obligados a alcanzar un acuerdo con Podemos e IU, y también podría revalidar Navarra, pero María Chivite necesitaría apoyarse en Bildu y Geroa Bai.
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En Castilla-La Mancha y Extremadura, la gobernabilidad está en un solo escaño, por lo que ambos territorios están a la espera del final del escrutinio.
Los socialistas también sufrieron un castigo importante en Castilla y León al perder la alcaldía de Valladolid, Segovia y Burgos, capitales de provincia en las que son superados por la suma de los ‘populares’ y los de Santiago Abascal, de derecha. La derrota también fue severa en Castilla La Mancha, comunidad en la que hasta ahora controlaban cuatro de las cinco capitales.
El PSOE sigue siendo primera fuerza en Toledo y Guadalajara, pero no con la mayoría suficiente para gobernar, mientras que el PP conquistó Albacete y Ciudad Real, hasta ahora en manos de Ciudadanos, partido de izquierda. El PSOE perdió también Cáceres, Murcia, Palma, Logroño y otras ciudades importantes como Gijón, Jerez de la Frontera y Alcalá de Henares.
Los únicos resultados positivos para los socialistas los arroja Cataluña. El PSC logra ser primera fuerza en Tarragona, Lérida y Gerona, ciudades en las que no gobernaba y en las que podría hacerse con el bastón de mando. En Galicia, los socialistas podrán seguir gobernando en La Coruña y Lugo gracias a los pactos, aunque el PP logra ser primera fuerza en ambas. El PSOE vuelve a ganar en Vigo.
Si bien el nombre de Pedro Sánchez no estaba en ninguna boleta electoral, ni el del Núñez Feijóo, lo que estaba en juego era muy importante para el futuro de ambos políticos, que se implicaron tanto en la campaña que le dieron un cariz nacional y de primera vuelta antes de las legislativas de finales de año, en una fecha aún por decidir.
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La derecha logra objetivos
Presidente del gobierno desde 2018, Sánchez llegó a esta prueba electoral con desventajas: el desgaste del poder, así como la alta inflación – si bien menor que en la mayoría de los países europeos – y la caída del poder adquisitivo resultante. Además, la imagen del gobierno sufrió por los reiterados enfrentamientos entre los socios de coalición: los socialistas y la izquierda radical de Podemos, que según resultados parciales, también habría sufrido un retroceso neto.
Sánchez tenía más que perder, ya que de las doce regiones que renovaban su parlamento, y, por lo tanto su gobierno, los socialistas gobernaban en diez, ya fuera directamente o como parte de una coalición. El PP controlaba las otras dos, incluida la de Madrid, donde la presidenta de la región, Isabel Díaz Ayuso, del ala dura del partido, avanzaba a conquistar una mayoría absoluta en el parlamento regional.
Si el objetivo del presidente del gobierno de izquierda este domingo era resistir, la de Núñez Feijóo era doble: conseguir el mayor número de votos a nivel nacional en las municipales y arrebatar a los socialistas el mayor número de regiones posible, para demostrar, como asegura, que el país ya no quiere al líder socialista.
El problema para el líder de la derecha es que probablemente necesite a la extrema derecha de Vox, tercera fuerza en el Parlamento nacional, para formar gobierno en algunas regiones. Incluso a nivel nacional en las generales, previstas para finales de año.
ds
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