El Departamento de Justicia de los Estados Unidos detuvo esta semana en Miami a un ex directivo perteneciente a la firma Stericycle (especializada en reciclaje y gestión de residuos), quien era investigado por el supuesto pago de sobornos a funcionarios de los gobiernos de Argentina, Brasil y México, entre los años 2011 y 2016.
Mauricio Gómez Báez, el ejecutivo mexicano que estaba a cargo de la filial en la región, resultó detenido en el marco de la investigación y debió pagar una fianza millonaria para recuperar su libertad.
El ex alto directivo seguirá siendo indagado y se enfrenta al cargo de conspiración por violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero y ejecutar maniobras sospechosas para adjudicarse contratos de servicios, de acuerdo con un informe del periódico The Wall Street Journal.
Tras sanción por las escandalosas y repetidas maniobras fraudulentas detectadas entre 2011 y 2016, la firma emitió un comunicado donde reconoció los delitos y se puso a disposición de la Justicia.
Stericycle también informó que a partir de 2017 fueron vendidas sus operaciones en Argentina y México, por lo que actualmente solo opera en Brasil dentro de la región.
La prestigiosa firma multinacional estaba en el radar de la Justicia desde abril de 2022, momento en que había sido instada a pagar una sanción de 84 millones de dólares por haber sobornado a funcionarios públicos, algunos de los cuales se desempeñaban en Argentina.
En el mercado local, Stericycle suele firmar contratos con hospitales públicos y privados porque se especializa en el tratamiento de residuos clasificados como «patogénicos y peligrosos».
Tal como detalló la Justicia norteamericana, en aquel momento la firma confesó el pago de alrededor de 10,5 millones de dólares en concepto de coimas al personal de agencias gubernamentales y de otros organismos en Argentina, Brasil y México. Los fondos girados tenían por objeto mantener sus mercados en dichos países o conseguir alguna ventaja en relación con el manejo de residuos.
Con frecuencia, estas maniobras detectadas entre los años 2011 y 2016 se realizaban en efectivo, partiendo del cálculo de un porcentaje de los contratos.
Se utilizaban palabras clave y eufemismos para disfrazar las operaciones sospechosas
Para esconder estos pagos fraudulentos, los cómplices utilizaban una serie de palabras claves y nomenclaturas específicas de cada país: por ejemplo, se referían a estas coimas como “CP” o “pago de comisiones” en Brasil, “PI” o “pago de incentivo” en México, mientras que en Argentina, la contraseña para designar estas maniobras era “alfajores” o “IP”.
De este modo, la firma norteamericana especializada en recolección y eliminación de desechos peligrosos, con base en la ciudad de Lake Forest, fue acusada de violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero a partir de estos esquemas de soborno que salieron a la luz tras la investigación.
La resolución fue dictada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos y ratificada por Securities & Exchange Commission (SEC), el organismo regulador del mercado de capitales norteamericano.
En el primer caso, Stericycle debió pagar una suma de USD 52,5 millones para cubrir los cargos criminales, mientras que en el segundo recibió una sanción de USD 28,2 millones.
La investigación determinó que a partir del circuito de coimas que se extendió por Argentina, Brasil y México surgieron negocios que para la compañía se tradujeron al menos en unos 21,5 millones de dólares en ganancias.
“Stericycle asumió la responsabilidad por sus prácticas comerciales corruptas (que consistían en) pagar millones de dólares en sobornos a funcionarios extranjeros en varios países”, advirtió el fiscal general adjunto Kenneth A. Polite Jr. de la división de lo penal del Departamento de Justicia.
“La empresa también tenía libros y registros falsos para ocultar pagos corruptos e indebidos realizados por sus subsidiarias en Brasil, México y Argentina”, agregó el funcionario acerca de los registros «apócrifos» para esconder los movimientos sospechosos.
En este marco, la firma multinacional aceptó seguir cooperando con el Departamento de Justicia en cualquier investigación penal sobre estas maniobras y se comprometieron a mejorar su programa de cumplimiento de las normas vigentes.
El documento del Departamento de Justicia pone de relieve que en el lapso comprendido entre los años 2011 y 2016 algunos empleados y agentes de Stericycle acordaron y ejecutaron maniobras para poner en marcha el pago de coimas a funcionarios en Argentina, con los propósitos comerciales ya mencionados.
“Stericycle obtuvo al menos US$ 4,4 millones en ganancias de contratos obtenidos y retenidos de manera corrupta con el gobierno argentino”, sostiene el documento del Departamento de Justicia.
Stericycle penetró en el mercado argentino hacia el año 2000.
Entre los hallazgos de la investigación se constató que en el período bajo análisis se registraron estos pagos (mayormente en efectivo) en concepto de sobornos a funcionarios del gobierno argentino, con la complicidad de las autoridades Stericycle Latinoamérica y Argentina.
La evidencia de los correos electrónicos de la compañía
También se supo que el personal de la firma guardaba y enviaba por correo electrónico hojas de cálculo de Excel, donde estaban detallados «los clientes del gobierno» que habrían recibido las coimas.
La investigación se detuvo en un intercambio de mails registrado el 11 de enero de 2011, cuando un directivo regional le escribió a otro con una hoja de cálculo que contenía los principales 20 gastos generales, por ventas y administrativos.
En dicha comunicación, el directivo aclaró que la planilla adjunta incluía comparaciones de las cifras de gastos “con y sin ‘PI’ (incentive payments)”, y a su vez desglosaba los montos de estos incentivos por cada región: México, Brasil y Argentina.
Otra de las evidencias que salió a la luz ocurrió el 27 de septiembre de 2012, cuando dos empleados de ventas de Stericycle Argentina enviaron un mail sobre un soborno a un funcionario argentino. Este pago representó el 10% del valor del contrato de un ministerio de salud regional por los servicios de recolección de residuos, «que ascendía a un total de 213.000 pesos (aproximadamente US$ 45.610)”, según el texto del Departamento de Justicia.
“Los empleados de Stericycle Argentina utilizaron las palabras ‘alfa’ y ‘alfajores’ como códigos para referirse a los pagos de sobornos”, confirmaron en el documento judicial.
“Por ejemplo, el 30 de mayo de 2013 o alrededor de esa fecha, dos empleados de ventas de Stericycle Argentina intercambiaron un correo electrónico sobre pagos pendientes de un ministerio de salud regional argentino, escribiendo: ‘Debo decirles que cuando hablé sobre este tema, me recordaron que los alfajores del último pago están pendientes, por eso les prometí que si nos dan los cheques el lunes 17 o el martes 18 estaría trayendo eso más los cheques”, puntualizó el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
Otra de las maniobras detectadas se remonta al 2 de septiembre de 2013, a raíz de un correo enviado por un ejecutivo de ventas con el asunto “Alfa D del último pago de $ 257.730 cancelado el 30 de agosto”.
“También quiero recordarles que todavía debemos los alfas por todo el último arreglo, tener esto actualizada ayuda mucho cuando es hora de aplicar presión”, consignaba otro de los correos investigados por la Justicia.
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