El principal sospechoso de la desaparición en 2007 de la niña británica Madeleine McCann en Portugal guardó silencio este viernes en el segundo día de su juicio por supuestas violaciones y agresiones sexuales ajenas al sonado caso de la menor desaparecida. Christian Brückner, un alemán de 47 años, es juzgado por agresiones sexuales y violaciones cometidos entre los años 2000 y 2017 en Portugal.
El juicio empezó la semana pasada en Brunswick, en el norte de Alemania, pero fue aplazado después de que la defensa planteara dudas sobre la imparcialidad de una jueza asesora. Por ese motivo, el juicio reabrió el viernes con un nuevo juez asesor. Si el tribunal lo declara culpable de todos los cargos, se enfrentará a una nueva sentencia de hasta 15 años de cárcel, informó una portavoz de la corte alemana a la AFP. Sin embargo, si es absuelto, podría salir de la prisión tan pronto como 2026.
Tras la lectura de los cargos, el abogado de Brückner, Friedrich Fuelscher, afirmó que su cliente se acogería a su derecho a guardar silencio. El letrado ya había adelantado que el acusado eligió defenderse de esa manera, pero que esto “no quiere decir que tenga nada a esconder”. “Garantizar un proceso justo será la mayor dificultad: los prejuicios de los medios sobre el acusado no tienen precedente”, había expresado.
Durante el juicio, Fuelscher insistió en que la defensa tenía importantes dudas sobre la evidencia recogida contra Brückner y planteó que dos de los tres cargos de violación se basaban en relatos de testigos que vieron imágenes de videos que ya no estaban disponibles. En ese sentido, puso la credibilidad de estos testigos en juego por sus «hábitos de consumo de drogas». También alegó que no había pruebas del momento en que se cometieron los presuntos delitos, lo que significa que podrían haber proscrito.
En el tercer caso de violación, en el que fue acusado por una irlandesa de 20 años, el abogado afirmó que «la persona que cometió el delito no era el acusado». El representante legal señaló además que los dos casos de agresiones sexuales contra menores iban a ser difíciles de probar.
Brückner está acusado de agresiones sexuales contra víctimas que tendrían entre 10 y 70 años. En la actualidad se encuentra purgando una pena de siete años de cárcel en Alemania por violar en 2005 a una estadounidense que entonces tenía 72 años en Praia da Luz, la localidad portuguesa donde veraneaba la familia McCann.
En uno de los casos juzgados a partir del viernes es sospechoso de agredir sexualmente a una niña alemana de diez años en una playa en abril de 2007, meses antes de la desaparición de Maddie. Otra acusación contra él es por exhibicionismo delante de otra niña portuguesa de 11 años en una zona de juegos infantiles.
Además, será juzgado por violar de una mujer mayor, atada y golpeada en su apartamento vacacional; de una niña de 14 años, a quien amordazó en un poste de madera en su casa, y a una irlandesa de 20 años en cuya casa irrumpió por el balcón.
El juicio de Brückner, que incluye 29 audiencias, durará hasta junio y las autoridades alemanas reforzaron la seguridad alrededor del tribunal enviando agentes de policía armados dentro y fuera de las instalaciones. De hecho, el acusado, que accederá a la sala a través de un túnel, será trasladado a una prisión de máxima seguridad en el norte de Alemania durante el juicio.
Entre las pruebas que aportará la fiscalía figuran declaraciones de testigos y cuadernos incautados en casa del sospechoso, afirmó Christian Wolters, fiscal alemán. Estas notas manuscritas y esbozos ofrecen una idea de las «fantasías sexuales» del acusado, precisó. Además, detalló que el juicio y la investigación de Maddie comparten testigos comunes, pero «aparte de eso, son procedimientos completamente separados».
Se trata de la primera aparición pública que hace Brückner desde que fue nombrado en el caso de la desaparición de Madeleine. El hombre parecía sereno cuando entró a la sala con una camisa morada y una chaqueta gris.
Su abogado detalló a los periodistas fuera de la sala del tribunal que su cliente había estado recluido en régimen de aislamiento durante casi dos años. La gravedad de las acusaciones en su contra y el enorme interés público en el juicio estaban pasando un alto precio psicológico a su cliente, afirmó Fuelscher: «Yo diría que hemos visto a una persona con muchas cicatrices».
¿Nueva pista en el caso McCann? Brückner desmanteló sus vehículos luego de la desaparición de Madeleine
En paralelo al proceso judicial por los crímenes sexuales. fuentes revelaron en los últimos días a medios británicos que Brückner trasladó a Alemania vehículos que eran suyos y que utilizaba en Portugal para desmantelarlos, luego de la desaparición de Madeleine en Algarve (Portugal).
La información surge a raíz de una investigación del portal The Sun, que indicó que el sospechoso se llevó una furgoneta Mercedes, un familiar VW y un Opel Ascona a su país de origen en algún momento entre 2013 (cuando su nombre fue entregado a las autoridades en relación al caso de la niña británica) y 2020 (cuando el depósito de chatarra cerró). El sitio que frecuentaba se encontraba en Helmstedt, Alemania, cerca de su casa.
Sumado a esto, según una imagen exclusiva de The Sun, la camioneta marca Mercedes, similar a la que la policía dijo que Brückner tenía en Portugal, fue fotografiada estacionada en un lugar boscoso de Alemania del este. Según los medios británicos, se trata del sitio que luego compró para instalar su escondite secreto, donde la policía descubrió imágenes y videos de pornografía infantil.
En diálogo con The Sun, los propietarios del depósito de chatarra afirmaron que no era un secreto que Brückner había utilizado el lugar. Sin embargo, la policía aún no se había contactado con ellos para que aporten esa información a la causa. «Sabemos que trajo algunos [vehículos] de Portugal y los condujo durante años», expresaron. Respecto a su furgoneta blanca, sostuvieron que «era muy conocida en la zona» y que «la conducía con un colchón en la parte trasera para concertar encuentros con mujeres«.
«Me dijo que llevaba regularmente vehículos viejos al depósito de chatarra de Helmstedt, pero por supuesto nadie pensó nada al respecto en aquel momento», añadieron. El sitio se encontraba a 25 minutos de la fábrica vacía que había comprado en Neuwegersleben, donde era conocido por almacenar rodados. Asimismo, distintas fuentes confirmaron al menos otros dos vehículos que transportó desde Portugal.
El dueño del depósito especificó también que la ley alemana «exige que se conserven todos los registros durante al menos diez años», motivo por el cual cuenta con los registros de su negocio. «Pero la cuestión es que ninguna de las divisiones de policía vino a preguntarnos nada, lo que podría decirse que es sorprendente«, remarcó. Por su parte, los investigadores alemanes confirmaron en los últimos días que todavía estaban buscando cualquier vehículo relacionado con Brückner.