El expresidente de Estados Unidos Donald Trump se impuso en la mayoría de los estados en el llamado «supermartes», la gran jornada electoral en la que esperaba enterrar a su última rival por la nominación presidencial republicana, Nikki Haley, para centrarse en el duelo con el demócrata Joe Biden.
Los comicios se celebraron en 15 estados, desde Maine, en el extremo noreste de Estados Unidos, hasta California, en la costa oeste, pasando por Texas, en el sur, e incluso la Samoa Americana, un pequeño territorio en el Pacífico. Alabama, Arkansas, Colorado, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Utah, Vermont y Virginia también votaron.
Desde el 15 de enero y, a pesar de sus problemas legales, Donald Trump ganó casi todas las primarias de su partido, con excepción de Washington, la capital de Estados Unidos, donde Haley se impuso el domingo. Este martes, además, Vermont le dio a la exembajadora ante la ONU y exgobernadora de Carolina del Sur, de 52 años, su única victoria del día. Haley es la única que todavía se interpone en su camino y promete restablecer la «normalidad» frente al «caos de Trump».
No hay misterio. Ni el republicano, de 77 años, ni el demócrata, de 81, tienen a nadie que les haga sombra en las primarias, que designan a los candidatos de ambos partidos para los comicios. Por su parte, el millonario quiere centrarse lo antes posible en una revancha con Joe Biden antes de tener que enfocarse en sus problemas legales. Su primer juicio penal comienza el 25 de marzo en Nueva York.
«Han sido una noche y un día increíbles, increíbles. Ha sido un período increíble en la historia de nuestro país», afirmó Trump ante sus seguidores este martes, congregados en su mansión de Mar-a-Lago, en Florida. «¡Gracias – MAGA!», escribió antes en su plataforma Truth Social, utilizando el acrónimo del lema trumpista «Make America Great Again» («Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo») y enumerando los estados donde ganó.
«Este es un grupo de personas increíble», dijo Trump a la multitud de seguidores, donantes y funcionarios del partido. «Tenemos gente tremendamente talentosa en esta sala, incluidos políticos que me han ayudado desde el principio». Los invitados rugieron de alegría cuando su líder aseguró que «nunca había habido algo tan concluyente» como los resultados de las primarias.
En teoría, las primarias pueden prolongarse hasta julio. Pero el equipo de Trump predice una victoria «el 19 de marzo» a más tardar, después de que voten Georgia y Florida. Desde el 15 de enero y, a pesar de sus problemas legales, Trump ganó casi todas las primarias desde enero, con excepción de Washington, la capital de Estados Unidos, donde se impuso Haley.
Aunque ganó en todos los estados este martes, con la excepción de Vermont, Donald Trump se ve obligado a ampliar su base electoral y no parece que vaya a ser fácil. Los votos de sus simpatizantes son insuficientes para ganar en un puñado de estados que decidirán el resultado de las elecciones de noviembre. Necesita a los republicanos moderados y a los independientes, simpatizantes de Nikki Haley.
Cómo viene la campaña Biden: sin rivales, pero con firmes reclamos por su apoyo a Israel
Del lado demócrata, Biden puede estar tranquilo en su carrera por la reelección porque no tiene rivales de peso. Las candidaturas de dos demócratas, el congresista Dean Phillips y la autora de libros de autoayuda Marianne Williamson, nunca suscitaron entusiasmo a pesar de las críticas recurrentes de los votantes a la edad del presidente o a su apoyo a Israel. Esto convirtió a las elecciones del martes en una mera formalidad.
La gran sorpresa de la jornada fue la derrota de Biden en la Samoa Americana, un archipiélago del Pacífico donde ganó un empresario prácticamente desconocido: Jason Palmer. Por otra parte, el jueves será la próxima gran noche del presidente, ya que defenderá su visión para Estados Unidos durante un discurso ante el Congreso, el tradicional «Estado de la Unión».
Trump «está decidido a destruir nuestra democracia, arrancar libertades fundamentales como la capacidad de las mujeres de tomar sus propias decisiones sobre atención médica y aprobar otra ronda de miles de millones de dólares en recortes de impuestos para los ricos, y hará o dirá cualquier cosa para alcanzar el poder», afirmó Biden en un comunicado difundido por su equipo de campaña.
A pesar de que su camino en las primarias viene siendo sólido y sin sobresaltos, Biden deberá atender algunas dificultades. Además de su derrota en la Samoa Americana (que de todas formas no vota en las presidenciales) es urgente que reconozca que continúa una campaña que reclama que actúe para establecer un alto el fuego inmediato en Gaza y que deje de apoyar a Israel. Lo hacen pidiendo el voto en blanco: más de 40.000 personas votaron en blanco el martes en Minnesota, uno de los estados con mayor proporción de musulmanes en el país.
ML