El caudal de los ríos volvió a subir este domingo 12 de mayo después de nuevas lluvias torrenciales en el sur de Brasil, donde las inundaciones dejan más de 140 muertos y centenas de miles de personas tuvieron que abandonar sus casas. «Prácticamente todos los grandes ríos del estado presentan tendencia de elevación», informó la Defensa Civil de Rio Grande do Sul, que atraviesa la peor catástrofe climática de su historia.
El Guaíba, que desde la semana pasada cubre grandes partes de la capital estatal Puerto Alegre, se había reducido el sábado a su nivel más bajo desde el 3 de mayo. Pero con las torrenciales lluvias que caen sobre la región desde el viernes, su caudal se elevó de nuevo y debe superar los cinco metros, «conforme fluya el caudal de los ríos tributarios y la actuación de los vientos», según el informe. Los primeros desbordamientos ocurren a partir de tres metros.
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Las inundaciones en el sur de Brasil ya dejaron 143 muertos, 806 heridos y 131 desaparecidos
Las inundaciones históricas en Rio Grande do Sul, provocadas por fuertes precipitaciones desde los últimos días de abril, han afectado a más de dos millones de personas, con un saldo de 143 muertos, 806 heridos y 131 desaparecidos.
Según el último balance de Defensa Civil, más de 619.000 personas debieron abandonar sus casas debido a la catástrofe, que expertos de la ONU y el gobierno brasileño vinculan al cambio climático y al fenómeno de El Niño, y más de 92.000 viviendas resultaron dañadas o destruidas por las inundaciones, según la Confederación Nacional de Municipios.
Otros ríos seguían desbordados y en ascenso. Las crecidas del Taquari pusieron de nuevo en alerta a la pequeña ciudad de Muçum, que aún se recuperaba del paso de un devastador ciclón en septiembre cuando fue golpeada por las inundaciones. Según las autoridades, la Laguna de los Patos, con salida al Atlántico, está en «niveles muy elevados» con tendencia a subir aún más en las zonas costeras.
La cercana ciudad de Pelotas «enfrenta un agravamiento de la situación» que «amplía las probabilidades de inundaciones», alertó en Instagram su alcaldesa Paula Mascarenhas, que hizo un «llamado urgente» a desalojar las casas en zonas de riesgo.
En el centro, la Región Metropolitana y la sierra «gaúcha» cayeron «volúmenes significativos de precipitaciones» en las últimas 24 horas, con hasta 120 mm de agua en los valles. Las lluvias continúan en Porto Alegre, todavía inundada en muchas zonas
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Son ya más de dos millones las personas perjudicadas por la magnitud de unas inundaciones que no se habían visto desde 1941. De los 497 municipios que conforman Río Grande del Sur 445 se vieron afectados de algún modo, entre ellos la capital Porto Alegre, donde el nivel del agua llegó a superar los cinco metros.
Según el Instituto Nacional de Meteorología, todo el estado espera que las «lluvias intensas» continúen en las próximas horas, con más de 100 mm por día en algunas partes. En el noreste del estado hay «gran riesgo de grandes inundaciones y desbordamientos de ríos, y grandes deslizamientos de tierra», añadió.
La probabilidad de nuevas inundaciones es «muy alta» en casi todo el estado, indicó el Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales (Cemaden).
Las autoridades estatales advirtieron el sábado por la noche sobre el riesgo de más crecidas de aguas y deslizamientos de tierra. «Aún vivimos una situación de emergencia», dijo el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, en un video en Instagram.
La situación de seguridad también despertó la preocupación de las autoridades: la alcaldía de Porto Alegre debió instalar cámaras de vigilancia en los albergues de la ciudad después de que se denunciaran casos de violación a la policía de Río Grande del Sur.
Durante la semana, seis personas fueron detenidas bajo sospecha de haber cometido delitos sexuales. Anteriormente, el municipio también afirmó que creará unidades exclusivas para mujeres y niños.
Los expertos de la ONU y el gobierno brasileño culpan al cambio climático y al fenómeno meteorológico de El Niño por la inundación.