Una banda criminal africana engañó a ancianos para que sean «mulas ciegas»: transportaban droga en latas de galletas

«Admito que soy ingenuo, soy estúpido; de eso soy culpable, no de tráfico de drogas», indicó a la prensa Rodney Baldus (70), una de las tantas víctimas de una banda criminal africana que engañó a ancianos para que sean mulas de droga.

Se trata de una modalidad que se encuentra en aumento en todo el mundo, donde organizaciones delictivas se aprovechan de la vulnerabilidad de las personas mayores y del hecho de que parecen menos sospechosas en los aeropuertos. La información surge del documental de la periodista Mariana van Zeller Trafficked, que investiga el mundo de las redes de contrabando y mercados negros e informales.

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En diálogo con van Zeller, «Mark», un agente especial de un grupo antidrogas liderado por Estados Unidos y que se ocupa del cibercrimen, explicó que la banda nigeriana Black Axe está detrás de la estafa global. «Estos grupos se dirigen a una población vulnerable. La gran mayoría de los que participan en esta estafa pertenecen a asociaciones nigerianas como Black Axe. Son notorios», afirmó el hombre.

Además, explicó que apuntan hacia gente de edad avanzada porque existen mayores posibilidades de que no sean detectadas por las autoridades aeroportuarias. «Si eres una persona mayor, de un país del primer mundo, no es probable que seas sospechoso de traficar drogas a través de un aeropuerto internacional», precisó el oficial, a la par que agregó que «a estas personas las llamamos mulas ciegas». Por su parte, un policía encubierto advirtió que «están matando a los denunciantes».

Rodney Baldus
Rodney Baldus (70) fue engañado con un correo electrónico donde indicaban que tenía que cobrar una herencia millonaria de un pariente lejano. (Fuente: The Sun/National Geographic)

Black Axe comenzó como un grupo de protesta estudiantil en Nigeria en los años 70 y se transformó en una organización criminal internacional. Si bien los miembros juran lealtad a la organización, la periodista logró contactar con uno de ellos dispuesto a hablar, quien le detalló cómo funcionan las estafas que realizan a ancianos.

Al respecto, envían correos electrónicos a miles de víctimas potenciales, para luego hacerlas viajar a un país determinado y entregarles una lata de galletas como regalo, la cual en realidad contiene kilos de droga. «Llaman a las víctimas ‘Maga‘, que en la jerga nigeriana de los estafadores significa ‘tonto‘», manifestó el hombre. Y agregó: “Sabes que el mundo de las drogas es una cadena. No es algo que hagas solo. Todo el mundo es estafable. Incluso yo«.

El relato de las víctimas: «Nos tildaron de traficantes de drogas»

Uno de los damnificados fue Baldus, que recibió un mail donde le indicaban que le correspondía una herencia de 8,3 millones de libras (más de 10 millones de dólares) de un pariente lejano. Si bien en un inicio descartó el mensaje debido a que le generó desconfianza, recibió más correos donde le ofrecían pagarle los vuelos a Mozambique para solucionar el trámite legal, por lo que decidió viajar al país africano en junio de 2019.

Cuando el hombre llegó a su destino, no tenía suficiente dinero en efectivo como para pagar su visa de ingreso. Ante esa situación, le envió un mensaje de texto a su contacto de correo electrónico explicando su situación, quien luego llamó a un guardia de seguridad del aeropuerto que pagó la tarifa. «Antes solo había estado en un crucero. Esa fue la única otra vez que salí de Estados Unidos«, contó el camionero desempleado.

Rodney Baldus
Baldus fue detenido por llevar consigo una lata de galletas con 4,6 kilos de cocaína. (Fuente: The Sun/National Geographic)

Acto seguido, le ordenaron que esperara en una habitación de hotel hasta que un hombre con papeles le llevara una maleta para “guardar sus datos bancarios”. Además, le explicaron que lo llevarían a Bolonia, Italia, para entregar el maletín lleno de papeleo para «llevarlo a abogados en Europa», quienes supuestamente liberarían su dinero.

Sumado a esto, le regalaron una lata con dulces y galletas, que en realidad contenía 4,6 kilos de heroína escondida. Por ese motivo, el hombre fue detenido, acusado de posesión y tráfico de drogas. «Las autoridades dijeron que yo era un traficante de drogas. Dije: ‘No, no lo soy‘, pero nadie creyó una palabra de lo que dije», precisó Baldus, que también es un exmarine estadounidense.

El narcotráfico como trasfondo

En la actualidad, el hombre se encuentra tras las rejas en la prisión de Machava, Mozambique, donde deberá cumplir una condena de 18 años. Su hija, Nicole (42), relató que su padre se encontraba «vulnerable» cuando comenzó a recibir los correos electrónicos. «Mi mamá había muerto y papá estaba pasando por muchas cosas emocionales. Era realmente vulnerable. Estaba tratando de salvar la granja familiar«, detalló.

“Cuando papá vino a mi casa para contarme [sobre los correos electrónicos], lo primero que pensé fue: ‘Está bien, te van a secuestrar y meterte en una mina de diamantes‘. Creo que una vez que dijeron que pagarían por todo, eso fue lo que lo atrapó. Él dijo: ‘¿Por qué me van a llevar en avión al otro lado del mundo si esto no es real?‘», añadió.

Lindsay Sandiford
Lindsay Sandiford (67) indicó que fue obligada a traficar drogas por una banda criminal que amenazó con matar a su hijo.

Junto a Baldus se encuentran presos el estadounidense William Vito (85) y el canadiense Dennis Hawkins, víctimas de la misma estafa del grupo Black Axe. Según la investigación de van Zeller, los vuelos de los tres hombres fueron pagados en Nigeria (a más de 3.000 kilómetros de Mozambique).

Hawkins fue encarcelado tan solo doce horas antes que Baldus por intentar contrabandear 9 kilos de heroína escondida en dulces y galletas; mientras que Vito fue detenido en mayo de 2019 en el aeropuerto de Maputo, Mozambique, con 3 kilos de cocaína y 2 de heroína. Ambos fueron sentenciados a 16 años de prisión. «Nos tildaron de tres traficantes de drogas que trabajaban todos juntos, pero nunca nos habíamos conocido antes de llegar aquí», indicó Baldus.

Otro hecho similar fue el de la británica Lindsay Sandiford (67), quien cumple cadena perpetua en el corredor de la muerte en Indonesia por contrabando de drogas. En su caso, la mujer afirmó que una banda organizada de Reino Unido la intimidó para que intentara introducir cocaína por valor de 1,6 millones de libras (más de 2 millones de dólares) en Bali. Según relató, los traficantes la obligaron a hacerlo, ya que habían amenazado con matar a su hijo.

MB / ED

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