Una mujer alega que Donald Trump la habría agredido sexualmente en un probador de una tienda de ropa de lencería en la década de 1990.
E. Jean Carroll, autora y columnista, describió el presunto asalto en un pasaje publicado el viernes por la revista New York de su próximo libro sobre sus experiencias con hombres. La revista señala que Carroll confió en dos amigos en ese momento, y que ambos verificaron su historia ahora. Un funcionario de la Casa Blanca negó su acusación a la revista, calificándola de falsa, poco realista y con el objetivo de hacer que el presidente se vea mal.
Carroll, de 75 años, es una de al menos una docena de mujeres que han presentado acusaciones de conducta sexual inapropiada por parte de Trump, quien lanzó formalmente su candidatura a la reelección esta semana.
En el extracto, Carroll escribió que se encontró con Trump en la puerta de una tienda departamental Bergdorf Goodman a fines de 1995 o principios de 1996. En ese momento, ella presentaba un programa de televisión llamado Ask E. Jean TV en America’s Talking, una red de cable. Dice que Trump la reconoció de la televisión y le pidió consejos para comprar un regalo.
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Cuenta que se dirigieron a la sección de lencería, y que Trump agarró un traje y dijo que debía probárselo. Entraron juntos en un probadir y, una vez se cerró la puerta, alega que Trump la empujó contra la pared.
«Él se abalanza sobre mí, me empuja contra la pared, me golpea la cabeza bastante mal, y pone su boca contra mis labios«, escribió Carroll. «Estoy tan sorprendida que lo empujo y empiezo a reírme otra vez. Toma mis dos brazos y me empuja contra la pared por segunda vez, y, cuando me doy cuenta de lo grande que es, me sostiene contra la pared con su hombro y mete la mano debajo del vestido y me baja las medias”.
Describe que luego Trump «forzó sus dedos alrededor de mi área privada» y la penetró con su pene. Dice que intentó empujarlo antes de que eventualmente lo hiciera, abriendo la puerta y saliendo de la habitación. El episodio no duró más de tres minutos, cuenta. Dice que nunca ha tenido sexo con nadie desde entonces.
Dice que no lo reportó a la policía, que la tienda departamental no tiene imágenes de seguridad de esa época y que no habló antes debido a las amenazas de muerte y el hostigamiento que enfrentan otras mujeres que han alegado que Trump las atacó.
«Recibir amenazas de muerte, ser expulsada de mi casa, ser despedida, ser arrastrada por el barro y unirse a las 15 mujeres que han presentado historias creíbles sobre cómo el hombre las tocó, las acosó, las menospreció, las hirió, las agredió y abusó de ellas, solo para ver al hombre darle la vuelta, negarlo, amenazarlas y atacarlas, nunca sonó muy divertido. Además, soy una cobarde», escribió.
Los representantes de Carroll y de la Casa Blanca no respondieron a las solicitudes de comentarios el viernes.