Presidente depuesto de Perú recibe apoyo del ejército y la policía

Las cúpulas del ejército y la policía de Perú respaldaron el lunes por la noche al presidente Martín Vizcarra después de ser destituido por el Congreso en medio de una pugna de poderes y que parlamentarios rebeldes nombraran en su lugar a la vicepresidenta, Mercedes Aráoz.

El respaldo tuvo lugar tarde en la noche después de que casi dos tercios de los legisladores del Congreso -dominado por la oposición- suspendieron temporalmente al centrista Vizcarra, en la peor crisis política del país en casi dos décadas.

La oficina de la presidencia publicó un mensaje en Twitter con una foto de Vizcarra sentado en una mesa con el jefe del comando conjunto de las Fuerzas Armadas y los comandantes generales del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea, y de la Policía, asegurando que el mandatario contaba con su respaldo.

El presidente, que ha lanzado una campaña anticorrupción, acusa al Congreso de entorpecer la labor del gobierno y de empujar a la renuncia a miembros del gabinete con el voto mayoritario del partido de derecha liderado por Keiko Fujimori, una excandidata presidencial que está detenida mientras la investigan por supuesto lavado de dinero.

Unos 86 legisladores, de los 130 miembros del Congreso, se negaron el lunes por la noche a dejar el parlamento y en una inesperada sesión aprobaron suspender las funciones de Vizcarra durante 12 meses por «incapacidad temporal».

Poco después, los legisladores opositores proclamaron a la vicepresidenta Mercedes Aráoz como presidenta interina.

Pero en las primeras horas del martes la mayoría de legisladores había abandonado la sede del parlamento.

En las afueras del hemiciclo, cientos de personas aún se manifestaban en la madrugada en favor de la disolución de la cámara legislativa. Policías, con cascos y escudos, vigilaban los alrededores del Congreso.

La decisión de Vizcarra de cerrar el Congreso y convocar a elecciones parlamentarias se produjo luego de que los legisladores designaran a uno de los miembros del Tribunal Constitucional, pese a las advertencias de Vizcarra de que si lo hacían iba a suspender a la cámara de representantes.

La última vez que un mandatario cerró el Congreso en Perú fue en 1992, cuando Albero Fujimori, padre de Keiko, alegó obstrucción en temas de seguridad y economía. Sus detractores afirman que fue para tapar investigaciones de corrupción.

Aráoz, antes de jurar como presidenta interina, dijo que acudirá a la Organización de Estados Americanos (OEA) para que ayude a Perú a resolver el «impasse político».

(Con información de Reuters y AP)

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