La trastienda económica de la crisis boliviana

La trastienda económica de la crisis boliviana

La principal fuente de ingreso de Bolivia es la exportación de gas natural.

Luego de la controversia por las últimas elecciones
presidenciales, y en medio de un fuerte malestar social, Evo Morales decidió
poner punto final a su presidencia este domingo 10 de noviembre. De esta manera,
se abren una serie de interrogantes con respecto al futuro político y económico
del país.

En cuanto a su economía, cabe señalar que posee una de las reservas más importantes de gas natural de América Latina. De hecho, es el 4° mayor productor de todo el continente americano detrás de México, Argentina y Venezuela. Por ejemplo, de acuerdo un informe realizado por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (ICBE), en el 2018 exportó 18.472.007.311 kilos brutos volviéndose la principal fuente de ingresos del país.

Asimismo, Bolivia es el 8° mayor productor de petróleo del América Latina y el 4° productor a nivel mundial de estaño. También, se destaca por su producción de antimonio (3° a nivel mundial), plomo (8° a nivel mundial), plata (9° a nivel mundial), zinc (10°) y oro (20°).

Aun así, en los últimos años, el sector agroindustrial ha tenido un impacto importante en la economía boliviana. Inclusive, en 2018 la torta de soja (bolsas de granos) figuró en la cuarta posición en la lista de los principales productos exportados al mundo superando el millón de toneladas (1.547.450.114).

Entre sus principales comercios se destacan, Brasil (u$s 1.717.589.120), en primer lugar, Argentina (u$s 1.432.792.572), India (u$s 722.866.259), Japón (u$s 669.556.920), Corea del Sur (u$s 577.022.625) y Estados Unidos (u$s 502.877.945). En ese sentido, es importante resaltar que los dos primeros se llevan un 35 % de las exportaciones del país. Además, son los únicos que tienen una participación mayor al 10 %, 19% y 16% respectivamente.

Por otro lado, Bolivia es uno de los países con menor inflación de América del Sur. Según datos del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas del país, tendrá una inflación estimada del 4% y un crecimiento del PIB del 4,5 %.

Sin embargo, en el último informe de octubre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) bajó su pronóstico de crecimiento económico para Bolivia en 2019, del 4 % proyectado en abril pasado a un 3,9 %. Igualmente, proyectó un crecimiento del producto bruto interno (PBI) del 3,8 % en 2020. En el documento, el ente internacional pronostica un déficit por cuenta corriente del 5 % para 2019 y del 4,1 % para 2020.

En cuanto a la tasa de desempleo en el país trasandino, el Instituto Nacional de Estadística comunicó que solo el 4 % de la población económicamente activa está desempleada. El problema radica en que el 80% está en el sector informal.

Por último, el país presenta un crecimiento en la deuda pública bruta. Según datos del Banco Mundial, en 2014, el valor rondaba el 38% del PBI mientras que en este año ya alcanzó el 53 % del PBI. Además, las reservas internacionales pasaron de u$s 15.100 millones a u$s 8.000 millones a mediados de 2019 (del 46% al 20% del PIB).


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