Rusia denuncia bombardeos de Ucrania en la frontera

Rusia denunció ayer nuevas incursiones procedentes de Ucrania y la muerte de dos personas en un ataque contra una región fronteriza, en el segundo día de una elección presidencial diseñada para mantener en el poder a Vladimir Putin.

Los comicios, que concluirán hoy y en los que Putin se encamina a una reelección triunfal, se vieron empañados por un repunte de los mortíferos bombardeos ucranianos y una serie de incursiones en Rusia realizadas por grupos proucranianos.

El Ministerio ruso de Defensa indicó que “se repelieron ataques y se frustraron intentos de infiltración en el territorio de la Federación Rusa por parte de grupos de sabotaje y reconocimiento ucranianos”.

La misma fuente dijo anteriormente que abatió misiles, cohetes y drones en las regiones fronterizas de Bélgorod y Kursk, blanco durante la semana de ataques procedentes de la vecina Ucrania.

Putin, que emitió su voto por internet, había prometido el viernes una dura respuesta a los asaltos y acusó a Kiev de intentar “perturbar” su carrera por otro mandato de seis años. Ayer, el gobernador de la región de Bélgorod indicó que los sistemas de defensa aérea abatieron ocho misiles ucranianos, pero que dos residentes murieron y dos personas resultaron heridas. “Un hombre conducía un camión cuando le alcanzó un proyectil”, escribió Viacheslav Gladkov en redes sociales. “Otra mujer murió en un aparcamiento al que ella y su hijo fueron a dar de comer a perros. Los médicos están luchando por la vida de su hijo”, añadió.

Imágenes no verificadas del ataque que circulan por las redes sociales muestran una gran explosión que destruyó un coche. El gobernador informó posteriormente que las escuelas y centros comerciales de la ciudad de Bélgorod y otros distritos de la región permanecerán cerrados en los próximos días “dada la situación actual”.

Putin promete venganza. Las autoridades de ocupación de la región de Jersón, en el sur de Ucrania, afirmaron que un ataque ucraniano con drones mató a una personas e hirió a otras cuatro. Putin afirmó el viernes que los ataques de las fuerzas ucranianas “no quedarán impunes”. 

El presidente, de 71 años, lleva en el poder en Rusia desde el último día de 1999 y está dispuesto a prolongar su control sobre el país hasta 2030. Si completa otro mandato en el Kremlin, sería el dirigente ruso en permanecer más tiempo en el poder desde Catalina la Grande, que gobernó durante 34 años a fines del siglo XVIII.

Putin se presenta sin oposición, después de la exclusión de dos candidatos opuestos al conflicto en Ucrania y aproximadamente un mes después de la muerte de su principal oponente, Alexéi Navalni, en una cárcel del Ártico en circunstancias inexplicadas.

El Kremlin presentó los comicios como una oportunidad para que los rusos demuestren su apoyo a la campaña militar en Ucrania, donde la votación también se celebra en los territorios ocupados. Sin embargo, el primer día de votaciones se vio empañado por actos vandálicos en los colegios electorales, con una oleada de detenciones de rusos acusados de verter tinta en las urnas o de provocar incendios.

Medios estatales mostraron soldados y funcionarios electorales recogiendo votos de residentes ancianos en Avdiivka, ciudad destruida por meses de combates antes de ser capturada por las fuerzas rusas el mes pasado.

Incendio en una refinería. Ayer, dos rusas fueron detenidas, una en la ciudad de Ekaterimburgo (centro) y otra en Kaliningrado (oeste), acusadas de verter sobre las papeletas tinta verde, que se parecía al zelyonka, un antiséptico quirúrgico utilizado por la policía para rociar a opositores rusos, entre ellos Navalni.

Por su parte, el partido gobernante Rusia Unida, que apoya incondicionalmente a Putin, indicó que estaba sufriendo un ataque informático a gran escala contra su página web.

El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) también anunció una serie de detenciones de rusos que, sostienen, ayudaban a las fuerzas ucranianas o planeaban llevar a cabo actos de sabotaje en instalaciones militares y de transporte.

En las últimas semanas, los ataques ucranianos en Rusia llegaron mucho más lejos que las regiones fronterizas, apuntando a instalaciones petrolíferas situadas en el interior del territorio. El gobernador de la región de Samara, a unos mil kilómetros de la frontera con Ucrania, indicó ayer que drones atacaron dos refinerías de petróleo y provocaron un incendio en una de ellas.

Una fuente de Defensa en Kiev declaró que el ataque fue planeado por los servicios de seguridad ucranianos (SBU) como parte de una “estrategia para perturbar el potencial económico de Rusia”.

“Cada derrota de este tipo reduce el flujo de petrodólares que alimenta la economía de guerra de Rusia”, afirmó.

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