La Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) ofreció ayer su respaldo a México tras la incursión de la policía ecuatoriana en la embajada mexicana en Quito para ejecutar una orden de captura contra el exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas en un operativo que ha provocado la ruptura inmediata de las relaciones entre ambos países.
En su primera respuesta al incidente, la OEA “manifiesta solidaridad a quienes fueron víctimas de las acciones improcedentes que afectaron a la embajada de México en Ecuador” y “hace un llamado al diálogo entre las partes para resolver sus diferencias”.
La organización panamericana, como ya solicitara horas antes el presidente de Colombia, Gustavo Petro, “estima necesaria una reunión del Consejo Permanente de la OEA para abordar el tema y en base a los principios consagrados en el derecho internacional, como el respeto a la soberanía, la solución pacífica de las controversias, la coexistencia pacífica de los Estados”.
Al respecto, la OEA recuerda a los estados (aunque sin mencionar explícitamente a Ecuador) “la inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas y de las oficinas consulares, las que han sido codificadas en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”.
“Por lo tanto, la Secretaría General rechaza cualquier acción violatoria o que ponga en riesgo la inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas y reitera la obligación que tienen todos los Estados de no invocar normas de derecho interno para justificar el incumplimiento de sus obligaciones internacionales”, zanja la nota.