O.J. Simpson, la exestrella del football americano y una figura pública muy querida en Estados Unidos por su paso por el cine, cayó en desgracia cuando se lo acusó de cometer el salvaje asesinato de su ex esposa Nicole Brown Simpson y su amigo Ron Goldman en 1994 en un suburbio de Los Ángeles.
Millones de personas siguieron por televisión la persecución policial para detener a Simpson y el extraordinario juicio posterior, con abogados de alto nivel y alegaciones de racismo. Su absolución en octubre de 1995, tras nueve meses de juicio, conmocionó al mundo y fue recibida con incredulidad por muchos estadounidenses.
Simpson nació el 9 de julio de 1947 en San Francisco (California). Su padre abandonó la familia cuando tenía cinco años, dejándolo al cuidado de su madre en un hogar muy pobre. Se le deformaron las piernas por raquitismo debido a la falta de vitaminas y calcio. Sin dinero para pagar una operación, su madre le hizo usar toscos aparatos ortopédicos y a calzarse los zapatos en los pies contrarios para fortalecer sus piernas.
El método funcionó tan bien que podía correr 100 yardas (91,4 m) en 9,9 segundos, aunque ya entonces, O.J. se perfilaba como un «niño problemático«, que estuvo una semana en prisión a los 15 años por robar una licorería.
Al ser liberado, fue recibido por la estrella del béisbol Willie Mays, que lo orientó a mantenerse al margen de los problemas y dedicarse a explotar su talento: consiguió llegar a la NFL, donde ganó el trofeo Heisman en 1968 y, en 1973, el premio al jugador más valioso (MVP). En 1985, entró al Salón de la Fama de la NFL.
Murió O.J. Simpson, deportista estrella y protagonista del caso judicial más mediático de los ’90
Simpson era considerado un ícono deportivo en Estados Unidos y su fama todavía creció más al adentrarse en el mundo del cine y la publicidad, donde sus apariciones promocionando desde jugo de naranja hasta alquiler de autos le convirtieron en uno de los rostros más reconocibles del país.
Consciente de que las piernas no le durarían para siempre, comenzó una menos brillante carrera como comentarista deportivo para luego enfocarse en Hollywood. Dijo que tuvo suerte en llegar al mundo del cine cuando los actores negros eran más demandados, pero con excepción de algunos éxitos, como «Infierno en la torre» y «Capricornio uno«, las películas en las que trabajó no tuvieron demasiada repercusión.
Su trabajo con Hertz, en el que aparecía corriendo por los aeropuertos con un traje de tres piezas, se convirtió en parte de la cultura pop del país. Pero todo este éxito tuvo un abrupto final el 12 de junio de 1994 cuando Brown Simpson, de 35 años, y Goldman, de 25, fueron encontrados muertos a puñaladas en el exterior de su casa.
El «juicio del siglo» contra OJ Simpson
A pesar de una exitosa carrera en la NFL, Simpson fue mejor conocido por su impactante absolución después del proceso celebrado en 1995, apodado el «Juicio del Siglo», en el que se lo acusó de haber matado a su ex esposa Nicole Brown y el amigo de ella, Ron Goldman.
Simpson y Nicole, mesera de una discoteca, se habían conocido en 1977 y se casaron en 1985, después de que el deportista se divorció de su primera esposa. Simpson y Nicole se divorciaron en 1992 y dos años después, el 12 de junio de 1994, Brown y Goldman fueron hallados muertos a puñaladas afuera de la residencia de ella en un suburbio de Los Ángeles.
Acusado de las muertes de Brown y Goldman, el 17 de junio de 1994 la ex estrella de la NFL tuvo que ser perseguido por la policía después de enterarse de los cargos que pesaban en su contra. Millones de personas vieron por televisión la persecución de 90 minutos del Ford Bronco blanco conducido por su amigo Al Cowlings a través del sur de California.
Ese día, coincidente con la inauguración del Mundial de fútbol de Estados Unidos, se interrumpió la cobertura televisiva de otros grandes acontecimientos deportivos, como las Finales de la NBA y el Abierto de Estados Unidos, para transmitir imágenes de la persecución, mientras Domino’s Pizza registró un récord de pedidos de los espectadores, que no querían perderse un solo instante de acción.
Finalmente fue detenido en la mansión de Simpson en Brentwood. Simpson defendió que era inocente y también negó que intentara huir durante la famosa persecución a bordo del Ford Bronco. Durante la persecución le dijo por teléfono a un detective de la policía de Los Ángeles que «les hiciera saber a todos que no estaba huyendo», sino visitando la tumba de Nicole.
La policía encontró en el auto una bolsa con el pasaporte y dinero en efectivo de Simpson, así como una pistola, lo que generó muchas sospechas aunque la acusación no la presentó como prueba. O.J se declaró «absolutamente 100% inocente».
En el mediático «Juicio del siglo», los fiscales argumentaron que Simpson mató a Nicole en un ataque de celos y presentaron extensas pruebas de sangre, cabello y fibras que lo vinculaban con los asesinatos. La defensa respondió que la celebridad acusada fue incriminada por policías blancos racistas.
Los fiscales cometieron un error memorable cuando ordenaron a Simpson que se probara un par de guantes manchados de sangre encontrados uno en la escena del crimen y otro cerca de la mansión de Simpson, confiando en que le quedarían perfectamente y demostrarían que él era el asesino.
En una demostración muy teatral, Simpson tuvo problemas para ponerse los guantes e indicó al jurado que no le quedaban bien. Más tarde, Alan Dershowitz, uno de los abogados defensores del acusado, calificó la decisión de la fiscalía de pedirle a Simpson que se probara los guantes como «el mayor error legal del siglo XX».
Los fiscales dijeron al jurado predominantemente negro de 10 mujeres y dos hombres que el presunto asesino actuó por celos de su entonces exesposa: «Mató a Nicole por una sola razón», dijo Christopher Darden al tribunal. «La mató porque no podía tenerla, y si no podía tenerla, no quería que nadie más lo hiciera». A pesar de las pruebas, Simpson fue absuelto.
Los comentaristas están de acuerdo en que la defensa, en parte ayudada por su viejo amigo Robert Kardashian, se basó en gran medida en la ira en torno a los prejuicios raciales mostrados históricamente por el Departamento de Policía de Los Ángeles y argumentó que la evidencia había sido mal manejada.
El juicio paralizó a Estados Unidos. En la Casa Blanca, el presidente Bill Clinton salió de la Oficina Oval y vio el veredicto en la televisión de su secretaria el 3 de octubre de 1995 . Muchos afroamericanos celebraron su absolución y vieron a Simpson como víctima de una policía intolerante.
Muchos estadounidenses blancos quedaron consternados por su exoneración. «Lo que este veredicto nos dice es cómo la fama y el dinero pueden comprar la mejor defensa, pueden tomar un caso con evidencia física incriminatoria abrumadora y transformarlo en un caso plagado de dudas razonables», dijo Peter Arenella, profesor de derecho de UCLA.
Posteriormente, las familias Goldman y Brown entablaron una demanda por muerte por negligencia contra Simpson en un tribunal civil. En 1997, un jurado predominantemente blanco en Santa Mónica, California, encontró a Simpson responsable de las dos muertes y le ordenó pagar 33,5 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios, una deuda que nunca saldó.
«No creo que la mayoría de Estados Unidos crea que lo hice», dijo Simpson al New York Times una semana después de que un jurado determinara que no mató a Brown y Goldman. «Recibí miles de cartas y telegramas de personas que me apoyan».
Después de ser absuelto, Simpson fue declarado civilmente responsable de los asesinatos y luego se vio obligado a pagar 33,5 millones de dólares en daños a las familias de las víctimas y enfrentó más problemas legales cuando fue sentenciado a hasta 33 años tras las rejas por robo a mano armada a dos coleccionistas de objetos deportivos en una remota prisión del norte de Nevada en 2008.
Pasó nueve años en prisión y recuperó la libertad en 2017. Un tribunal de libertad condicional lo escuchó insistir una vez más en que solo estaba tratando de recuperar recuerdos deportivos y reliquias familiares que le robaron después de su juicio penal en Los Ángeles. «Básicamente he pasado una vida libre de conflictos, ya sabes», afirmó Simpson, cuya libertad condicional terminó a fines de 2021. «No quería lastimar a nadie. No sabía que estaba haciendo algo malo«.
La fascinación sobre la figura de Simpson no decayó desde entonces en una parte del público. «O.J: Made in America», un trabajo de casi ocho horas sobre su juicio por asesinato, ganó el Oscar al mejor documental en 2017. Y «El pueblo contra O.J. Simpson: American Crime Story», una miniserie de televisión protagonizada por Cuba Gooding Jr como la exestrella, ganó múltiples premios Emmy en 2016. El propio auto de la persecución se exhibe en un museo del crimen de Tennessee.
O.J. Simpson murió a los 76 años este 10 de abril a los 76 años. «El 10 de abril, nuestro padre, Orenthal James Simpson, sucumbió a su batalla contra el cáncer«, escribió su familia en la red social X. «Estaba rodeado de sus hijos y nietos. Durante este tiempo de transición, su familia pide que por favor respeten sus deseos de privacidad y gracia», señaló el mensaje.
El padre de Goldman dijo que la muerte de Simpson solo sirve como un recordatorio de la agonía que su familia sufrió a lo largo de los años: «Lo único que tengo que decir hoy es que este es un recordatorio más de la pérdida de mi hijo Ron», dijo. «Es un recordatorio más del asesinato de mi hijo y un recordatorio de los muchos años que hemos echado de menos a Ron».
ds