Hallan culpable a líder de una secta que «marcaba con fuego» a sus esclavas sexuales


Keith Raniere, fundador del controvertido culto sexual estadounidense conocido como «NXIVM», fue hallado culpable de siete cargos que pesaban contra él, entre ellos tráfico sexual, crimen organizado, explotación sexual de un menor de edad y posesión de pornografía infantil, según confirmó The New York Times.

El juicio duró un mes y medio y finalizó este 19 de junio cuando los miembros del jurado anunciaron ante la corte federal del distrito de Brooklyn (Nueva York) que lo declararían culpable. La sentencia de Raniere, de 58 años, será dictada el próximo 25 de septiembre y podría ser condenado a cadena perpetua.

En el trascurso de todo el proceso fue expuesto el funcionamiento interno de la organización con evidencia que incluía documentos incautados, mensajes de correo y grabaciones. Asimismo, se escucharon los testimonios de más de una docena de personas, entre ellas, supuestas víctimas del falso gurú de esta secta que operaba bajo el manto de una compañía de autoayuda, pero que en realidad consistía en un esquema piramidal de explotación sexual.

«Raniere, quien se presentó a sí mismo como un sabio y un genio, fue en realidad un maestro manipulador. Sus crímenes, y los crímenes de sus cómplices, arruinaron matrimonios, carreras, fortunas y vidas«, aseguró el letrado de la corte Richard Donoghue. «En su círculo cercano era el líder del universo, un mafioso sin límites ni frenos a su poder», dijo la fiscal Moira Penza al jurado.

Así trabaja la secta que “marca a fuego” a las esclavas sexuales

El caso fue revelado en abril de 2018 tras una investigación del New York Times: “NXIVM” era más que un grupo de autoayuda. Según la organización, sus cursos estaban diseñados para traer mayor autorrealización al eliminar barreras psicológicas y emocionales. En su página web, Nxivm (que se pronuncia nexium), se describía como una «comunidad guiada por principios humanitarios que busca empoderar a la gente y responder preguntas fundamentales sobre qué significa ser humano«.

Para el FBI, sin embargo, no era más que “una pirámide de sumisión y de explotación sexual y laboral”. Esta multitudinaria secta, que llegó a estar integrada por 16.000 personas desde 1998, ocultaba una sociedad aún más secreta que convertía a sus miembros femeninos en objetos sexuales y las marcaba a fuego con la iniciales del líder, KR. Tras la iniciación, comenzaba para estas chicas una existencia denominada por el FBI como “espeluznante”

Raniere -conocido dentro de la secta como “The Vanguard”- lideraba los “talleres de autoayuda” de NXIVM en Estados Unidos, México, Canadá y varios países de Sudamérica: más de 16.000 personas llegaron a tomar los cursos. Las asistentes debían una cuota de ingreso que alcanzaba los 5.000 dólares por un taller de cinco días y debían firmar acuerdos de confidencialidad. Una de esas asistentes era la actriz Allison Mack, de la serie televisiva “Smallville”, quien también fue detenida el año pasado.

Una vez que las mujeres firmaban el contrato, comenzaba la pesadilla: ya no eran parte de una comunidad, sino las esclavas sexuales del propio Raniere. Con la ayuda de unas 15 a 20 mujeres con quienes tenía relaciones sexuales desde el comienzo, el hombre había creado en 2015 un pequeño grupo ultrasecreto llamado «DOS», un acrónimo de una frase en latín que podría traducirse como «Señor de las mujeres obedientes«.

Keith Raniere

Este grupo estaba totalmente integrado por mujeres y con varios niveles de «esclavas» y «amas». Las esclavas tenían la obligación de reclutar a su vez a otras esclavas, sobre todo de NXIVM. Se suponía que las esclavas se convirtieran en maestras reclutando a sus propias esclavas, quienes luego deberían servir no solamente a sus propias maestras sino también a las maestras de los niveles superiores en la pirámide DOS.

Para entrar en DOS, las mujeres debían entregar videos, fotos e información sexual comprometedora que luego era utilizada para chantajearlas si querían abandonar la organización o si denunciaban sus secretos. Una vez adentro, también eran obligadas a firmar acuerdos para ceder activos o la tenencia de sus hijos a Raniere si rompían el silencio. Las esclavas debían realizar tareas domésticas para las amas, responder a mensajes rápidamente de día o de noche y tener sexo con Raniere cuando se les pedía. También debían mantener dietas de menos de mil calorías diarias porque a Raniere le gustaban las mujeres muy delgadas.

En las ceremonias que se llevaban a cabo bajo el más absoluto secreto (pero que eran filmadas), las víctimas eran marcadas en su región pélvica con un lápiz cauterizador “Le pidieron a cada una de las mujeres que se desnudara y se acostara sobre una mesa de masaje, mientras otras tres mujeres sujetaban sus piernas y hombros”, relata el NYT.

Según una de ellas, su ama, una integrante de alto nivel de Nxivm llamada Lauren Salzman, les ordenó que dijeran: ‘Ama, por favor, márcame; será un honor’. Una doctora procedió a usar un cauterizador para marcar como un herraje un símbolo debajo de la cadera, un procedimiento que duró entre 20 y 30 minutos. Durante horas, gritos y el olor a carne chamuscada llenaron la habitación”.

La actriz Allison Mack reclutaba mujeres presentándose como mentora del grupo, según el FBI (AFP)

Luego de la renuncia pública de una «esclava» de DOS y la publicación de un artículo del New York Times en octubre de 2017 sobre la sociedad secreta, Raniere huyó a México con una adinerada «heredera», donde fue detenido y deportado a EE.UU. 

«Raniere mostró un asqueroso abuso de poder en sus esfuerzos para denigrar y manipular mujeres que consideraba como sus esclavas sexuales», dijo el jefe del FBI en Nueva York, William Sweeney, tras arrestar al hombre. «Supuestamente participó en actos horrorosos marcando y quemando a sus miembros, con la cooperación de otras mujeres que operaban dentro de este sistema piramidal poco ortodoxo«.

Sarah Edmondson, una de las esclavas que pudo escapar antes del arresto de Raniere, contó que cuando le marcaron debajo de la cadera las iniciales del líder «fue el momento más doloroso y traumático» de su vida. Otra de las personas más informadas sobre el tema es la actriz estadounidense Catherine Oxenberg, protagonista de la mítica serie «Dinastía». Su hija, India, formaba parte de la secta y no quería salir.

Una de las mujeres que pudo escapar le contó a Oxenberg que «India estaba en una mala situación» y que le dijo «que no iba a comer durante tres días para tratar de corregir su comportamiento». Oxenberg no sabe nada de India desde octubre, cuando su hija publicó en su cuenta de Facebook: «Estoy absolutamente bien, genial en realidad. Nunca me pondría a mí o a la gente que quiero en peligro».

D.S.

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