La pandemia del coronavirus obligó a muchos países a cerrar sus fronteras y a limitar las actividades sociales. En Estados Unidos, sin embargo, se dio un escenario antagónico en el medio de las vacaciones de primavera de las universidades, que se conoce como Spring break: muchos estudiantes están más preocupados por festejar que por cuidarse.
En algunas de las principales ciudades norteamericanas las fronteras están cerradas, los restaurantes, bares y locales de buceo bajaron las persianas, los estantes de los supermercados están vacíos y los deportes profesionales cancelados. Sin embargo, aún hay muchas playas y locales llenos de estudiantes que se muestran ajenos a la gravedad de la situación que atraviesa el mundo.
Miami Beach y Fort Lauderdale, dos de los destinos más populares entre los estudiantes, están cerradas, pero otras áreas frente al mar en Florida, así como en Texas y los estados del sur, están llenas de jóvenes dispuestos a divertirse como si no hubiera un mañana. Muchos de ellos decidieron extender sus vacaciones una semana más por el cierre de universidades en los Estados Unidos. El objetivo de esta medida era la cuarentena preventiva, pero los estudiantes se lo tomaron erróneamente como un “descanso prolongado”.
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«Como ciudades y estados de todo el país cierran bares, restaurantes y otros lugares de reunión, el condado de Pinellas planea mantener las playas abiertas hasta que los funcionarios estatales de emergencia soliciten el cierre de los destinos populares», informó el sitio Tampa Bay Times.
La Casa Blanca y el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) instaron a la población a evitar reuniones que superen las diez personas, para tratar de poner un freno a la propagación del coronavirus. No obstante, los funcionarios de las localidades que todavía sirven como destino vacacional de los jóvenes parecerían estar del lado de los estudiantes. Por ejemplo, la ciudad de Daytona Beach, en Florida, anunció que iba a mantener las reservas y las playas abiertas al comienzo de la semana.
Picture of Spring Break on South Padre last night. Time for a legally mandated, required shutdown of our country. pic.twitter.com/XW0aUwsjVO
— Darren Rovell (@darrenrovell) March 15, 2020
South Padre Island, en la costa sur de Texas, se vive un escenario similar. El día después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificara el coronavirus como una pandemia no se canceló ninguna fiesta y tampoco se tomaron medidas preventivas. Los que sí están indignados por esta situación son los residentes de la zona, según los medios de comunicación locales.
El pasado lunes 16 de marzo, South Padre tardíamente decidió cancelar los eventos de mayor escala que estaban programados, pero los restantes, la playa y otros lugares populares todavía permanecerían abiertos.
En otras partes del país, los colegios y universidades cancelaron las clases pero anunciaron un formato de aprendizaje remoto en línea, parecido al que se implementó en Argentina, para el resto del semestre. Los estudiantes se lo tomaron como si se tratara de un día de nieve y no una cuarentena, y coparon los bares. Por ello, muchas ciudades decidieron ir un paso más allá y clausurar los locales, especialmente ante los festejos previstos por el día de San Patricio.
It’s just so strange. No music. No dancing. Bourbon Street, New Orleans on St Patrick’s Day. #Coronavirus #FlattenTheCurve pic.twitter.com/3GA07uqV5w
— Scot Pilie’ (@ScotPilie_Wx) March 18, 2020
B.D.N./F.F: