BOGOTÁ —
El cese del fuego bilateral pactado entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el gobierno del presidente Gustavo Petro, el séptimo mandatario colombiano que intenta hacer las paces con esa guerrilla en 30 años, entró en vigencia este jueves, en medio de unas negociaciones con las que ambas partes buscan llegar a un acuerdo de paz definitivo.
Durante un evento multitudinario en Bogotá, líderes de la guerrilla, junto al presidente y su delegación negociadora, oficializaron el cese del fuego que tendrá una vigencia de seis meses, el más amplio que se haya pactado con esa guerrilla, en tres décadas.
Sobre este inicio, el mandatario felicitó al grupo guerrillero y dijo que «nunca jamás en la historia contemporánea el ELN había llegado a esta posición, hablar de frente, en el corazón de Colombia, sin dejar de ser el ELN, sin armas, ante la diversidad de Colombia, ancha y profunda».
Así mismo, enfatizó que es un acto que «empieza a genera esperanza».
Petro también hizo un llamado a acuerdos, incluso con los opositores: «He convocando a todas las fuerzas políticas a ayudar a forjar el acuerdo nacional y a volverlo nacional». «¿Por qué los partidos de gobierno no se están reuniendo con los partidos de oposición para hablar del gran acuerdo nacional», agregó.
Por su parte, Israel Ramírez Pineda, alias ‘Pablo Beltrán’, jefe negociador del ELN destacó que la guerrilla «nunca antes» había tenido «la oportunidad de tener un consejo nacional de participación».
«Eso, para nosotros, es histórico, porque desde muchas décadas hemos dicho que esto no lo resuelve un diálogo de dos, del gobierno y la guerrilla. Para los problemas de Colombia esto es insuficiente», agregó Beltrán, y destacó la presencia del presidente Petro en el acto.
Así mismo, el jefe negociador del gobierno colombiano recalcó que no se levantarán de la mesa «hasta finalizar el conflicto armado». Y añadió lo pactado «será desarrollado como una política no solo de un gobierno, sino como una política de Estado».
En el evento, también se instaló el Comité Nacional de Participación, encargado de llevar a la mesa las peticiones y las impresiones de la sociedad civil para alcanzar la paz y que estará integrado por 81 delegados que representarán a 30 organizaciones sociales, gremios, movimientos, entre otros sectores que representan al país.
Algunos de ellos fijaron el jueves sus posiciones y expectativas de las negociaciones, durante el encuentro.
La apuesta de Petro
La delegación de paz del ELN anunció, junto al alto comisionado para la paz y delegados de la Misión de la ONU, de Noruega y de la Iglesia Católica, el reinicio de los diálogos con el gobierno colombiano, en octubre de 2022.
Un mes después, se instaló la mesa de diálogos en Caracas, cerrando este primer ciclo en diciembre del año pasado, con el anuncio de liberación de rehenes y acciones humanitarias.
Posteriormente, las partes vivieron una gran tensión, a finales del 2022 y comienzos del 2023, tras el anuncio del presidente colombiano sobre le cese del fuego con cinco grupos armados, pues la guerrilla aseguró que el tema no se había discutido.
Tras superar la crisis, en enero, en una reunión de emergencia, se dio inició al segundo ciclo de negociaciones en México, en febrero, el cual culminó al mes siguiente, definiendo la agenda de diálogos.
En mayo, inició el tercer ciclo de negociaciones en La Habana, Cuba, con la esperanza del definir el cese del fuego bilateral y acciones humanitarias, además de la participación de la sociedad civil.
El cese del fuego fue anunciado por las partes, el pasado 9 de junio, en La Habana. Casi una semana después, el Gobierno y la guerrilla acordaron y firmaron nueve protocolos para la implementación de este acuerdo.
Estos incluyen la evaluación, prórroga o suspensión del mismo, así como el monitoreo para garantizar su cumplimiento y la protección de la población civil, y las condiciones y garantías de seguridad para el grupo guerrillero y los lugares donde hace presencia. Posteriormente, se definió el reglamento interno del Comité Nacional de Participación y cómo sería su participación.
Así mismo, el miércoles, el Consejo de Seguridad votó en favor de la extensión del mandato de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia. El organismo, entonces, monitoreará el cese al fuego bilateral.
Tres décadas de negociaciones
Según reseña la Fundación Ideaz para la paz, el Estado colombiano y el ELN «han tenido intentos fallidos de diálogo desde los años 90» con los gobiernos de César Gaviria, Ernesto Samper, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque.
El expresidente César Gaviria (1990-1994) se sentó con varios grupos guerrilleros para acordar la apertura de una mesa de negociación. Pero, tras la muerte en cautiverio de un exministro, se rompieron las negociaciones, en 1992. Sin embargo, se logró que una disidencia del ELN, la Corriente de Renovación Socialista, se desmovilizara hacia el final de su mandato.
Más tarde, en el gobierno de Ernesto Samper (1994-1998), se firmó el preacuerdo de Viana, por parte de delegados del gobierno y los llamados elenos, pero la muerte ‘El Cura’ Pérez, jefe supremo del ELN, estancó la ratificación del texto. A esto, se sumó la violencia en el norte del país. Sin embargo, desde Alemania, el grupo se comprometió a limitar las consecuencias humanitarias de la guerra en el Acuerdo de Puerta del Cielo.
A partir del año 2000, Andrés Pastrana intentó una nueva negociación, pero tras dos masivos secuestros, suspendió el proceso de paz en 1999. Así miso, ordenó la delimitación de una “zona neutral” en el norte del país, pero los elenos dieron terminada la negociación por falta de garantías de seguridad, alegando presencia de otros grupos armados.
Entre 2005 y 2007, el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez se acercó a un acuerdo con el ELN. Las conversaciones progresaron, incluso durante cinco rondas, pero la guerrilla rechazó incluir ciertas condiciones en el proceso, y dijo que las negociaciones no eran útiles.
Desde 2014, el gobierno de Juan Manuel Santos, anunció una fase exploratoria de diálogos con el ELN y, a partir de febrero de 2017, buscó una salida del conflicto con la instalación de la mesa de diálogos en Quito, Ecuador. Aunque incluso hubo un periodo de cese al fuego, persistieron los actos violentos y no se logró pactar una tregua, antes de la siguiente administración.
Las negociaciones se estancaron con el inicio del gobierno de Iván Duque, quien las suspendió finalmente el 17 de enero de 2019, tras el atentado terrorista del ELN a la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander, en Bogotá, que dejó 22 fallecidos y 68 personas heridas.
Una de las propuestas más ambiciosas del gobierno de Gustavo Petro es, sin lugar a dudas, la denominada «Paz Total», una apuesta por negociar con tantos grupos armados como sea posible con la esperanza de poner fin a los conflictos armados en Colombia.