La misión de seguridad para Haití con mil efectivos, prometidos por el gobierno de Kenia en julio pasado, quedó en pausa. El despliegue ya venía enfrentado impugnaciones jurídicas y críticas por tratarse de una misión demasiado peligrosa.
«La sentencia incluye un acuerdo recíproco entre los dos gobiernos, Haití y Kenia. Eso se cumplió, en el sentido de que se llegó a un convenio, pero el Primer Ministro no pudo regresar a Haití, y creo que la pregunta obvia que se hacen muchos kenianos es si las condiciones han cambiado substancialmente y no hacen propicio un despliegue seguro», agregó Irungu Houghton, Director Amnistía Internacional en Kenia.
Por su parte, Estados Unidos prometió un aporte de 300 millones de dólares para la misión y funcionarios dijeron el martes que los miembros del consejo de transición para un nuevo gobierno en Haití deberían ser nombrados dentro de 48 horas. A solicitud del Departamento de estado, el comando sur desplegó un equipo de seguridad antiterrorista de la marina para llevar ayuda, apoyar los esfuerzos para una transición pacífica del poder, además de asegurar la embajada estadounidense en Puerto Príncipe, que permanecerá abierta. Mientras, la ONU continuará sus operaciones de ayuda vital pese a la falta de fondos y mantiene sus esfuerzos por reanudar la misión.
“Lo que estamos pidiendo es que la comunidad internacional apoye la creación de esta misión lo más rápido posible, otros países también han manifestado interés en contribuir. Como dije antes, no creo que sea justo plantear el futuro de Haití solamente en los hombros de Kenia”, dijo Stéphane Dujarric, Vocero del Secretario General de la ONU.
Según la ONU, unas 360.000 personas están desplazadas internamente en Haití y 1.200 han sido asesinadas desde principios de año. En conferencia de prensa, el vocero del Secretario general hizo un llamado al gobierno de la República Dominicana para no engrosar el número de desplazados con deportaciones en la frontera.