El Senado argentino rechazó el megadecreto (DNU) que desregula la economía promulgado en diciembre por el presidente Javier Milei, en un severo revés que le propina la oposición a su flamante Gobierno, que pretende combatir la crisis económica del país con recetas neoliberales.
El decreto, que fue rechazado por 42 votos contra 25 -hubo cuatro abstenciones-, sólo puede descartarse definitivamente si también es desestimado por la Cámara de Diputados, que aún debe tratarlo. La agrupación política Libertad Avanza, de Milei, se encuentra en minoría en ambas cámaras.
Desde su promulgación, el Gobierno pudo avanzar en la implementación de muchos artículos que determinan, por ejemplo, la desregulación de los servicios de salud y el cierre o privatización de empresas públicas, aunque recibió un fallo judicial en contra que invalidó la reforma laboral.
El gobierno de Milei busca dar un giro en la manera en la que se venía conduciendo el país por años y dejar atrás el fuerte intervencionismo estatal para avanzar hacia una economía de libre mercado, eliminando fuertes regulaciones sobre diveras áreas.
Por ley, el decreto requiere ser convalidado por el Congreso. Según la norma, diputados y senadores no pueden modificar el texto y su potestad es aceptarlo o rechazarlo con el voto de la mitad más uno de los miembros presentes en cada cámara.
“Voy a votar en contra del DNU porque es inconstitucional. La razón es muy sencilla: es inconstitucional”, dijo el senador opositor Martín Lousteau, de la Unión Cívica Radical.
El decreto, que originalmente tenía más de 600 artículos, establece una extensa desregulación de la economía mediante la modificación o derogación de cientos de leyes.
En materia laboral, limitó el derecho a huelga en actividades esenciales como servicios hospitalarios, educación y transporte. Y abrió el juego para nuevos mecanismos de indemnización que harán menos costoso el despido de empleados.
El decreto eliminó todas las herramientas de control de precios; derogó la ley de alquileres para que plazos y moneda se definan libremente entre partes, modificó el marco regulatorio de la medicina privada para que las empresas fijen valor de cuota sin autorización previa del Estado, liberó el mercado aeronáutico y de las telecomunicaciones satelitales y limitó controles sobre empresas emisoras de tarjetas de crédito.
Privatizaciones de empresas públicas y clubes deportivos también quedaron habilitadas por el decreto.
La iniciativa sufrió un primer tropiezo en la justicia con varios fallos que mantienen suspendidos los artículos referidos a la reforma laboral, desregulación de la medicina privada y sociedades anónimas en el fútbol.
El ajuste del gasto del Estado impulsado por Milei no tiene precedentes en el país ni por lo rápido ni por todos los sectores que se ven afectados, ya que recortó subsidios y congeló salarios en medio de una galopante inflación.
En un intento por sacar al país de la grave crisis económica, Milei devaluó el peso local más del 50 % luego de asumir en diciembre y logró que la balanza fiscal y la balanza comercial mostraran resultados favorables en los primeros meses del año, pero los ajustes dispararon la inflación anual al 276 % y la pobreza al 57 %.
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