El presidente de Chile, Gabriel Boric, reconoció que los lazos entre su país y Venezuela atraviesan “situaciones complejas”, pero aseguró que las conversaciones de su gobierno con representantes venezolanos están generando resultados.
En un encuentro con medios extranjeros en el Palacio de La Moneda de la capital, Boric dijo que ha mantenido contacto periódico con el embajador de Chile en Venezuela para abordar las tensiones entre los dos países y otras “casos complejos”, como las expulsiones de migrantes venezolanos y el asesinato del disidente político Teniente Ojeda, que, según sostiene la Fiscalía chilena, se orquestó desde Venezulea y tuvo móviles políticos.
De acuerdo con el presidente, este “llamado de atención» por parte de Chile ha tenido ”resultados”, ya que en los últimos días el gobierno venezolano se ha comprometido en recibir los ciudadanos expulsados del país sudamericano y en colaborar en las investigaciones de la muerte de Ojeda, al tiempo en que ha admitido por primera vez la existencia de la banda criminal Tren de Aragua.
El asesinato en territorio chileno de Ojeda -un exteniente opositor al gobierno de Nicolás Maduro y refugiado político en Chile- y los impases por las políticas migratorias son dos de los principales factores que han vuelto a tensionar la relación bilateral entre Chile y Venezuela en los últimos meses.
En ese sentido, Boric remarcó que el país caribeño se ha mostrado abierto para resolver las cuestiones y alabó el compromiso «explícito» de la administración de Maduro de recibir a los “ciudadanos venezolanos expulsados tanto por vía administrativa como por vía judicial”, algo que hasta ahora “no se estaba produciendo”.
“Ya hay un compromiso explícito de poder llevar adelante este procedimiento y la próxima semana ya debiera salir un primer avión» con deportados venezolanos, adelantó el mandatario.
Igualmente ensalzó la promesa de las autoridades venezolanas de trabajar para detener, en el caso de que estén en Venezuela, a quienes hayan participado en el asesinato de Ojeda, por lo que descartó de momento una posible ruptura diplomática.
“Lo que necesitamos, más que retóricas, son acciones concretas y creemos que está avanzando en esa dirección. Y por lo tanto merece las presiones internas” y “creo que estamos cumpliendo con nuestro deber de utilizar todos los mecanismos diplomáticos y policiales para aclarar el caso del secuestro y además enfrentar a la criminalidad transnacional que hoy día vivimos”, afirmó.
Sobre las elecciones presidenciales que se celebrarán en julio próximo en Venezuela, Boric evitó hacer “especulaciones sobre un resultado», pero aseguró que su gobierno abogará en “todas las instancias” para que esta sea una elección que “cumpla con todos los estándares democráticos y que sea validada por observadores internacionales imparciales”.
Sin embargo, manifestó cierta inquietud por las señales “preocupantes” en el proceso electoral, como la inhabilitación de la candidata opositora María Corina Machado, y pidió que se respeten “todas las garantías constitucionales” para que todos los candidatos puedan competir en igualdad de condiciones.
“El gobierno venezolano tiene una prueba de fuego en estas elecciones. El mundo está mirando, el mundo está atento y nosotros, insisto, abogaremos por que en las elecciones se cumplan con todos los estándares democráticos”, finalizó.
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