La Fiscalía General peruana anunció el miércoles que ahora también investigará por presunta corrupción a la presidenta Dina Boluarte y a un polémico gobernador que supuestamente le habría prestado tres relojes de lujo y una pulsera de oro para que ella los usara.
Las autoridades ya investigaban a la mandataría, pero sólo por presunto enriquecimiento ilícito, luego de que usara tres relojes marca Rolex y una pulsera de oro con incrustaciones de diamantes sin declararlas, una obligación por ser funcionaria. En esa indagación, el gobernador de la región Ayacucho, Wilfredo Oscorima, sólo es testigo.
La fiscalía indicó el miércoles en su cuenta de X, antes Twitter, que el nuevo delito por el que Boluarte será investigada es cohecho pasivo impropio, que ocurre cuando un funcionario acepta, recibe o solicita, directa o indirectamente un donativo o beneficio indebido para hacer un acto propio de su cargo.
Por su parte, Oscorima será investigado por el presunto delito de cohecho activo genérico, que se produce cuando se ofrece, da o promete a un funcionario un donativo o beneficio para que realice u omita actos en contra de sus obligaciones con o sin faltar a su obligación.
Ambos delitos de cohecho, también llamados sobornos, son variantes del delito de corrupción en la ley peruana.
Más temprano el poder judicial anunció que Boluarte y el gobernador pidieron declarar infundada la incautación de los relojes de lujo y la pulsera realizada hace dos semanas por la fiscalía. La decisión se tomará el próximo 2 de mayo en una audiencia virtual.
Boluarte dijo a la prensa a inicios de abril que los relojes Rolex se los había prestado su “amigo” el gobernador sin pedir nada a cambio. Las declaraciones de la mandataria ocurrieron tras un silencio de casi un mes luego que el medio local “La Encerrona” evidenció, analizando miles de fotografías de la casa presidencial, que la presidenta usaba joyas sin mencionarlas en sus declaraciones juradas obligatorias.
La mandataria no ha vuelto a declarar a la prensa y el 92 % de los peruanos no cree la versión de Boluarte, según una reciente encuesta nacional de abril de la firma Datum Internacional.
Por su parte, Oscorima ha cambiado de versión varias veces. Mientras la presidenta estuvo en silencio, dijo a periodistas que no había regalado relojes a Boluarte. Luego aseguró que había comprado un Rolex igual al que usaba la mandataria para una persona “muy querida” que no era Boluarte. Tras la declaración presidencial la defensa legal del gobernador afirmó que Oscorima sí ha prestado los relojes y la pulsera.
La AP ha buscado una entrevista con el gobernador, sin obtenerla hasta el momento.
Interrogado por la fiscalía a inicios de abril, Oscorima ha guardado silencio y, a su salida, un grupo de personas lo llamaron “ratero”. En su región se presentó en un acto público rodeado de policías y algunos asistentes le pidieron a gritos que a ellos también les regale un reloj de lujo.
Boluarte afirma que Oscorima “fue el primer gobernador que se paró firme cuando el Perú ardía”, en referencia a su apoyo al inicio de su mandato, a fines de 2022, en medio de las protestas que hasta marzo de 2023 dejaron 49 civiles muertos y 1.700 heridos en medio de choques contra la fuerza pública, según la Defensoría del Pueblo.
La primera presidenta desde que Perú logró su independencia en 1821 también tiene otra denuncia fiscal por homicidio calificado y lesiones graves en relación con los fallecidos durante las protestas que exigían su renuncia. En Perú un presidente no puede ser enjuiciado ni detenido durante su mandato.
La mandataria, de 61 años, tiene una popularidad en abril de apenas 7% y un rechazo de 88%, según la firma Datum Internacional, uno de los índices más bajos en dos décadas. A inicios de año Boluarte señaló que dejará el poder en 2026 “por la puerta grande” y con “las manos limpias”.
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