Gobernador de California advierte que el sismo fue un “llamado de atención”

California, EE.UU. — Los dos sismos que sacudieron al sur de California deberían alertar a las personas de todo el país sobre la necesidad de estar preparadas para desastres naturales, señaló el gobernador del estado el sábado, mientras las autoridades se mostraban aliviadas de que los daños no fueron mayores.

El mandatario estatal Gavin Newsom dijo que los gobiernos deben fortalecer los sistemas de alerta y crear códigos, y los residentes deben asegurarse de saber cómo protegerse durante un terremoto.

“Es un llamado de atención para el resto del estado y otras partes del país, para ser sinceros”, dijo Newsom en conferencia de prensa para brindar actualizaciones sobre las labores del estado para ayudar a la zona afectada por los sismos del jueves y el viernes.

El terremoto del viernes fue el de mayor magnitud en el sur de California en casi 20 años. Las autoridades expresaron su preocupación sobre la posibilidad de fuertes réplicas en los próximos días, e incluso meses.

No se reportaron decesos ni lesionados graves tras el sismo de magnitud 7.1, que afectó un área que se extendió de Sacramento a México y provocó la evacuación de una base de la Marina Armada en el desierto de Mojave.

El sismo se registró a las 8:19 de la noche con epicentro a 18 kilómetros (11 millas) de Ridgecrest, la misma área donde apenas un día antes hubo otro sismo de magnitud 6.4.

Dejó edificios cuarteados y en llamas, caminos dañados, ferrovías obstruidas y fugas en tuberías de gas y agua.

Los pocos daños se debieron principalmente a lo remoto del epicentro, pero el gobernador Gavin Newsom que el daño “es engañoso… No lo notas a primera vista”.

El mandatario estatal calculó el impacto económico en más de $100 millones, y afirmó que el presidente Donald Trump le llamó para ofrecer apoyo federal para la reconstrucción.

Botellas de licor y otros productos están esparcidos en el piso detrás del mostrador principal del Eastridge Market, el sábado 6 de julio de 2019, en Ridgecrest, California. ( AP/Marcio Jose Sanchez)
Botellas de licor y otros productos están esparcidos en el piso detrás del mostrador principal del Eastridge Market, el sábado 6 de julio de 2019, en Ridgecrest, California. ( AP/Marcio Jose Sanchez)

“Está comprometido a largo plazo para ayudar a respaldar las labores de reconstrucción”, dijo Newsom sobre el presidente.

Unas 28,000 personas viven solo en la región de Ridgecrest, que se encuentra en medio de zonas más pobladas del sur de California y del condado Clark, en el que se ubica Las Vegas. Pero los sismólogos advirtieron que el área podría registrar hasta 30,000 réplicas en los próximos seis meses.

April Hamlin, originaria de Ridgecrest, dijo que “ya estaba en vilo” cuando se presentó el segundo sismo. Ella y sus tres hijos pensaron que se trataba de otra réplica

“Pero empezó a sentirse más fuerte”, relató. “La televisión se cayó y quedó colgada del cable. Escuchamos cómo se rompía. Escuchamos vidrios rompiéndose en otras habitaciones, pero lo único que pudimos hacer fue quedarnos donde estábamos hasta que terminó”.

Dada la posibilidad de réplicas y de que las temperaturas alcancen los 38 grados Celsius (100° Fahrenheit) en los próximos días, las autoridades tomaron precauciones.

La Guardia Nacional de California enviará un contingente de 200 efectivos, apoyo logístico y aeronaves, dijo el general mayor David Baldwin. El Pentágono ha sido notificado, y todo el Departamento Militar de California está en alerta, señaló.

La base Naval Air Weapons Station China Lake publicó en Facebook que el personal no esencial fue evacuado y que las operaciones se detuvieron. Los epicentros de ambos sismos se ubican dentro de la base, y las autoridades dijeron que continuarán evaluando los daños.

La Oficina de Servicios de Emergencia de California trajo catres, agua y comidas, e instaló centros para refrescarse en la región, dijo su director Mark Ghilarducci.

La policía de caminos estatal cerró un tramo de 48 kilómetros (30 millas) de la ruta estatal 178 entre Ridgecrest y el poblado de Trona, al suroeste de Death Valley, debido a un derrubio y a la presencia de cuarteaduras graves.

Entradas relacionadas