Los Ángeles – John Félix Hernández, un hispano acusado de la muerte en 2016 de dos policías con un rifle de asalto en una ciudad turística del sur de California, fue condenado este viernes a la pena de muerte.
El latino de 26 años había sido hallado culpable de la muerte de los oficiales José Gilbert Vega, de 63 años y veterano con 35 años de servicio próximo a jubilarse, y de Lesley Zerebny, de 27 años, que en el momento de su muerte contaba con año y medio de servicio.
«Espero que se queme en el infierno», espetó a Hernández David Kling, padre de Zerebny, la oficial que al morir dejó una bebé de 4 meses de nacida.
Isaac Vega, hijo del oficial hispano asesinado, argumentó por su parte durante la sentencia que la pena de muerte es necesaria, para mostrar a las personas que no pueden atacar impunemente a las fuerzas del orden.
El jurado que declaró culpable a Hernández de dos cargos de asesinato en primer grado con agravantes, así como del intento de asesinato de otros seis agentes, entre varios cargos, había recomendado en mayo la pena de muerte.
Por tratarse de un caso de asesinato en primer grado, la decisión final de la sentencia recayó en manos del juez Anthony Villalobos, de la Corte Superior de Riverside, quien hoy siguió la recomendación del jurado.
La condena a la pena capital tiene una apelación automática, por lo que el abogado de Hernández aseguró que presentará la apelación dentro de los próximos 60 días.
Adicionalmente, por otros cargos de los 11 por los que había sido declarado culpable, el condenado recibió un total de 368 años en la cárcel como mínimo y un máximo de cadena perpetua.
Como han hecho durante tres años desde el asesinato, miembros de la Policía de Palm Springs, donde ocurrió el crimen, y de otras agencias de la ley, escoltaron el pasado miércoles a la hija del oficial «Gil» Vega, Vanessa Vega, a su primer día de escuela al iniciar su séptimo grado.
El 8 de octubre de 2016, los oficiales respondieron a una llamada de emergencia por un altercado familiar en una residencia de Palm Springs. Mientras entablaban negociaciones, Félix Hernández abrió fuego y acabó con la vida de los dos oficiales y dejó herido a un tercero, que sobrevivió.
Luego del ataque, el hispano se atrincheró en la vivienda, lo que llevó a un equipo de operaciones especiales (SWAT) del Condado de Riverside a establecer un perímetro alrededor de la casa y como resultado de un intercambio de fuego seis oficiales resultaron heridos.
Doce horas después, el acusado salió con las manos en alto, vestido con un chaleco antibalas y con municiones de alto calibre, según el reporte de las autoridades.
Previo a este hecho, Félix Hernández fue condenado a 18 meses de cárcel en una prisión estatal por un caso de asalto con un arma mortal.