
Washington – Con el republicano Mitt Romney votando a favor, el Senado de Estados Unidos declaró esta tarde “no culpable” al presidente Donald Trump de los cargos de abuso de poder y obstrucción del Congreso que pesaban en su contra, por sus presiones a Ucrania en busca de beneficios políticos electorales.
El futuro de Trump queda ahora en manos de los votantes, que volverán a las urnas para las elecciones presidenciales de noviembre.
Nunca estuvo en duda que la mayoría republicana del Senado le absolvería.
Un total de 48 senadores – todo el caucus demócrata y Romney-, votó a favor de destituir a Trump por el cargo de abuso de poder.
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Los otros 52 senadores republicanos – aunque algunos hayan considerado que actuó impropiamente-, lo declararon “no culpable”, absolviéndole de las imputaciones aprobadas en diciembre pasado en la Cámara de Representantes.
Con respecto al segundo cargo, de obstrucción del Congreso, los 47 miembros del caucus demócrata votaron a favor de su destitución. Los 53 republicanos – incluyendo a Romney-, lo declararon “no culpable” por esa otra denuncia.
El presidente del Tribunal Supremo de EE.UU., John Roberts, quien estuvo a cargo del juicio, anunció oficialmente la absolución de Trump.
Bajo las normas constitucionales, se requerían 67 de los 100 senadores para destituir al presidente Trump, quien fue imputado de utilizar su puesto para presionar al gobierno de Ucrania en busca de un beneficio político electoral.
Tras la votación, el presidente Trump – a quien la oposición política le señala actitudes “autoritarias” – emitió un tuit en el que su nombre aparece en un logo político con el mensaje “para siempre”.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) February 5, 2020
La histórica votación puso fin a un proceso de destitución que abrió con una investigación el 24 de septiembre, después de conocerse los detalles de una denuncia anónima de un funcionario de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos sobre la impropiedad de los esfuerzos de Trump al presionar a Ucrania en favor de beneficios políticos personales, de cara a la elección de noviembre próximo.
Al terminar el juicio político en el Senado, para el cual no se permitió citar testigos adicionales a los que convocó la Cámara baja, el senador Romney, el anterior candidato republicano a la Casa Blanca, coincidió con los demócratas en que Trump abusó de su poder.
“No hay duda de que el presidente le pidió a una potencia extranjera que investigue a su enemigo político, que lo hizo con un propósito político y que presionó a Ucrania para que les ayudara o liderara este esfuerzo. Mi opinión es que no hay mucho en lo que pueda pensar que sería un asalto más atroz a nuestra Constitución que tratar de corromper una elección para mantener el poder. Y eso es lo que hizo el presidente”, indicó Romney, convirtiéndose en el primer senador que vota a favor de la destitución de un presidente de su propio partido.
Desde el pasado 18 de diciembre, Trump es solo el tercer presidente de Estados Unidos en haber sido imputado de cargos de destitución.
La Cámara baja, dominada por los demócratas, determinó entonces que Trump había abusado de su poder y obstruido su investigación sobre sus reclamos a Ucrania para que investigara al exvicepresidente Joseph Biden, su hijo Hunter, la empresa de gas Burisma y la infundada teoría de que, en colaboración con los demócratas, fue Ucrania, no Rusia, el país que logró interferir con las elecciones estadounidenses de 2016.
Biden es uno de los principales aspirantes demócratas a la Casa Blanca.
Trump se había ya enfrentado a una investigación de un fiscal especial independiente sobre su posible colaboración con la interferencia rusa en las elecciones de 2016 y la obstrucción de la investigación.
Por meses, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, rehusó abrir un proceso de destitución relacionado a la interferencia rusa.
Pero, una vez se conoció la querella anónima sobre la llamada telefónica del 25 de julio de 2019 en que Trump le pide de favor al entonces recién electo presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, abrir las investigaciones contra sus rivales políticos, Pelosi accedióa poner en marcha el ‘impeachment’.
“El proceso de destitución nadie lo puede borrar”, ha indicado Pelosi, quien consideró que Trump buscó utilizar su puesto para beneficio electoral personal y afectar la campaña política de cara a las presidenciales de noviembre.
Mientras, el líder de la minoría demócrata del Senado, Charles Schumer (Nueva York), afirmó que «no se puede estar del lado del presidente y estar del lado de la verdad».
Para el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, los cargos de destitución nunca fueron probados.
En una declaración, el director de campaña de Trump, Brad Parscale, sostuvo que el presidente de EE.UU. “ha sido totalmente reivindicado y ahora es el momento de volver a los asuntos del pueblo estadounidense”.
Los demócratas consideran que pese a la decisión de no citar a declarar ante el Senado al exconsejero de Seguridad Nacional John Bolton – quien indica en un libro a publicarse en marzo que Trump habló en la Casa Blanca de condicionar la asistencia militar a Ucrania a cambio de que se anunciaran investigaciones contra Biden y los demócratas-, toda la verdad se va a conocer próximamente.
El presidente del Comité de lo Jurídico de la Cámara baja, el demócrata Jerrold Nadler (Nueva York), dijo que consideran citar a declarar a Bolton, aunque el juicio político haya concluido.
La conversación telefónica del 25 de julio de 2019 entre el presidente Trump y el presidente de Ucrania alarmó a funcionarios de Seguridad Nacional y generó la denuncia anónima ante el Inspector General de la comunidad de inteligencia que luego dio paso a la investigación cameral, y al histórico proceso de destitución.
La Cámara baja federal había determinado que altos funcionarios del gobierno, como el jefe de Gabinete interino de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, tuvieron conocimiento y aprobaron las presiones de Trump hacia el gobierno de Ucrania.
Un puñado de senadores republicanos – entre ellos Lamar Alexander (Tenesí), Joni Ernst (Iowa), Patrick Toomey (Pensilvania) y Rob Portman (Ohio)- votaron en contra de los cargos, pero reconocieron la impropiedad de las actuaciones de Trump.
Donald Trump, hijo, pidió la expulsión de Romney del Grand Old Party (GOP) «Era demasiado débil para vencer a los demócratas en ese momento, por lo que ahora se une a ellos», dijo Trump, hijo, a la cadena FOX, al declararlo oficialmente como “un miembro de la resistencia”.
La sobrina de Romney, Ronna McDaniel, quien es la presidenta del Partido Republicano de EE.UU., tuiteó que “esta no es la primera vez que difiere de Mitt” y afirmó que se imagina “que no será la última”.