Un hombre de 50 años fue la primera víctima mortal del coronavirus en Estados Unidos

Las autoridades del estado de Washington confirmaron esta tarde que una persona falleció por complicaciones de la nueva cepa de coronavirus, COVID-19.

No obstante, contrario a lo que informó el presidente Donald Trump en una conferencia de prensa, la víctima era un hombre, no una mujer.

El director del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el doctor Robert Redfield, indicó en su cuenta de Twitter que la agencia identificó erróneamente al paciente como una mujer durante la rueda de prensa.

El hombre tenía más de 50 años y padecía de condiciones médicas previas.

Su fallecimiento es el primer deceso por esta enfermedad en Estados Unidos.

Aquí puedes ver la conferencia de prensa del presidente Donald Trump aquí:

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El CDC y de las autoridades de salud de Washington tienen previsto ofrecer sendas conferencias de prensa para hablar de este fallecimiento y los casos revelados en las últimas horas.

En la noche de este viernes, los CDC informaron de cuatro posibles nuevos casos de coronavirus COVID-19 en Estados Unidos, dos de los cuales en el estado de Washington, otro en Oregón y otro en California.

Los cuatro casos figuran todavía como «posible positivo» a la espera de un nuevo análisis, aunque se trata a los pacientes como si fueran casos confirmados, indicaron los CDC.

El gobernador de Washington, Jay Inslee, emitió un comunicado en el que asegura que es un día «triste» y que están trabajando para que llegue el momento «en el que nadie muera por este virus».

En este sentido, dijo que están reforzando la «preparación y respuesta» y se comprometió a mantener a los habitantes de su estado «saludables, seguros e informados».

Esta es la primera muerte en Estados Unidos, donde, si se suman los casos probables anunciados anoche, hay 66 personas que fueron contagiadas por este virus.

Un buen número de los primeros pacientes contagiados se recuperaron, incluido el del estado de Washington que se dio a conocer en enero.

Las autoridades de Estados Unidos se movilizaban el sábado en una campaña total de prevención contra el COVID-19 dirigida por el vicepresidente Mike Pence, apenas unos días después de que aseguraban que el país tendría consecuencias mínimas por el nuevo coronavirus.

Los funcionarios de salud se apresuraban para tener listos los exámenes de detección del coronavirus en todos los estados, mientras que el gobierno de Trump indicó que podría recurrir a una ley de defensa de hace 70 años para garantizar la disponibilidad de equipo de protección en caso de que el padecimiento se propague.

La OMS subió el nivel de riesgo para el virus a «muy alto» mientras sigue propagándose por todo el mundo.

El viernes por la tarde, el Departamento de Estado emitió un aviso a los estadounidenses para que eviten hacer cualquier viaje no esencial a Italia, que ha registrado 900 casos. Ya se emitió una alerta de viaje para China.

Los mercados financieros seguían cayendo, con el promedio industrial Dow Jones en su peor semana desde la crisis financiera de 2008.

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