Ni su estilo, ni su perfil, ni su experiencia, las “investigaciones” se llevan por delante a una ministra de confianza de Petro

Irene Vélez, una de las ministras de confianza del presidente Gustavo Petro, se va de su cargo. A pesar del debate que representó su elección, pues la señalaron de ser muy joven y sin preparación para ser la ministra de Minas y Energía, ella, con un estilo particular para expresarse, polémica con la prensa e irreverente hasta para vestir tenis en visitas diplomáticas, presentó su renuncia, según dice, para que las “investigaciones” en su contra, que envuelven también a su esposo y a su hijo, no “interfieran con la ejecución del programa del Gobierno”.

“Quiero agradecer al presidente Gustavo Petro por su confianza, permitiéndome liderar un sector históricamente tecnocéntrico y patriarcal”, señaló Vélez, en una misiva publicada el miércoles, a través de Twitter, donde además expuso 35 puntos relacionados con los logros de su gestión.

“Hoy, aunque la tarea no la damos por culminada, con profundo respeto por la institucionalidad decido apartarme del cargo de ministra para evitar que las investigaciones en mi contra interfieran con la ejecución del programa del gobierno. Estaré siempre presta a responder a las autoridades cuando así lo requieran”, agregó.

Y es que la ministra saliente, en tan solo una semana, tuvo que sortear dos escándalos de gran calibre. El primero, relacionado con un millonario contrato que obtuvo su esposo, el cineasta holandés Sjoerd van Grootheest, con el gobierno y que habría sido adjudicado por el Fondo Colombia Paz para la dirección de la estrategia de comunicación de la Dirección de Sustitución de Cultivos Ilícitos (DSCI).

A esto se suma que, en una declaración de conflicto de intereses diligenciada por Vélez en junio, no incluyó a su esposo. Al respecto, la ya ex jefa de cartera de Minas y Energía se defendió al señalar que fue un “error de digitación”.

En cuanto a los contratos, agregó que no existía “ninguna irregularidad, ilegalidad o conflicto de intereses en cuanto al proceso contractual y actividades” que adelanta el holandés.

¿Tráfico de influencia?

Pero la gota que habría colmado el vaso es la presunta salida de su hijo menor hacia Europa, según señalan medios locales, facilitada por el tráfico de influencias con funcionarios de Migración Colombia. Vélez habría intervenido de forma presuntamente irregular ante el ente migratorio y usando su cargo para permitir la salida de su hijo del país sin los debidos permisos.

El hecho le valió a Vélez una investigación por parte de la Procuraduría colombiana, la cual señalo el lunes, a través de un comunicado, que se abrirá una indagación para establecer si “la funcionaria persuadió al servidor, con el fin de que este facilitara, el pasado mes de enero del 2023, la salida del país de su hijo menor de edad, pese a no disponer del permiso que para este tipo de situaciones exige la ley”.

Horas más tarde, la Fiscalía también abrió una indagación contra la ministra saliente de Minas por presunta comisión del delito de tráfico de influencias.

Sobre la renuncia, el presidente Petro publicó el miércoles un tuit, en el que señala que «Irene se va sin que se haya perdido un peso, con adelanto importante en las tareas normativas para la transición energética y con la elaboración del nuevo código de minas. En su administración comenzaron a ser realidad las comunidades energéticas su retiro voluntario se debe a hechos anteriores a mi gobierno”.

Polémica tras polémica

Desde que llegó a dirigir la cartera de Minas en el gabinete del presidente Petro, Vélez despertó la crítica y la polémica. Que cómo una filósofa iba a ser la cabeza de dicha agencia, que cómo daba por finalizada abruptamente una rueda de prensa, sin dar respuestas. Que por qué usa tenis, ante los reyes de España.

Con 40 años, esta filósofa llegó al cargo, en contra de aquellos que criticaron al presidente Petro por posesionar a una activista ambiental en sector que regularmente es manejado por personas cercanas a extractores de carbón y petroleras.

Al mes de asumir como ministra, durante el Congreso Nacional de Minería, en septiembre, fue criticada por exponer su tesis sobre el decrecimiento y cómo las potencias del mundo debían aplicar esta teoría. “Necesitamos exigirles también en el marco de esta geopolítica global a los otros países que comiencen a decrecer en sus modelos económicos».

Tras los murmullos que generaron su comentario, la entonces ministra accedió: “Como yo le diría a mis estudiantes, por favor en la segunda fila, los de la mano derecha, si nos hacen silencio para poder seguir, gracias”.

Un día después, Vélez fue cuestionada por finalizar una rueda de prensa donde se le preguntó sobre su teoría del decrecimiento y el plan de acción del gobierno para combatir la minería ilegal en el país: “Son como 50 preguntas en una. Entonces yo te, yo te… me dejas hablar, ¿por favor? Bueno, entonces esto se acaba aquí. Muchas gracias a los que alcanzaron a escuchar”, señaló en ese entonces. Posteriormente, pidió disculpas y dijo haber sido un impase, fruto de la inexperiencia.

También recibió críticas por sus declaraciones a los medios de comunicación, al referirse con cifras imprecisas, en septiembre del año pasado, al déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles. O cuando sustentó que «Colombia tiene garantizado gas hasta 2037», refiriéndose al informe sobre el ‘Balance de contratos de hidrocarburos y recursos disponibles para la Transición Energética Justa’, en Davos, Suiza, en el Foro Económico Mundial (WEF).

Es más, una de sus subalternas, la ex viceministra de Energía, Belizza Ruiz, acusó a Vélez de presentar presuntos informes imprecisos y hacer nombramientos de conocidos en juntas directivas de las electrificadoras.

La exministra también fue enfática en su postura de la transición energética y reiteró, durante su participación en el Foro Económico Mundial realizado en Davos (Suiza), al señalar que no iba a firmar nuevos contratos para la exploración de hidrocarburos en Colombia.

Por sus polémicas y enfrentamientos, Vélez también enfrentó desencuentros con algunos ministros y una serie de críticas por parte de los expertos. Además de dos mociones de censura en el Congreso, insuficientes para sacarla del cargo.

Incluso, se le criticó por arriesgar los intereses económicos del país y el exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, salió en varias ocasiones y a rectificarla públicamente para “calmar a los mercados”.

A pesar de ello y sus salidas en falso, fue una de las ministras más cercanas a Petro y afín en su pensamiento de cómo transformar la matriz energética del país hacia energías renovables, dejando atrás el petróleo. Incluso, el mandatario la defendió en varias ocasiones y la ratificó en el remezón de su gabinete, en abril pasado, a pesar de sectores que pedían su salida.

Lo cierto es que Vélez se convierte en la onceava funcionaria en salir del gabinete de Petro, durante su primer año de mandato, de los 18 que lo integran, y la tercera mujer, entre las más cercanas, incluyendo a la exjefa de gabinete, Laura Sarabia, y la exministra de salud, Carolina Corcho, en dejar el gobierno.

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