CARACAS —
Este 8 de marzo se conmemora el Día de la Mujer, una fecha en la que mujeres de todo el mundo reivindican la lucha por sus derechos, la igualdad de género y la no violencia.
En Venezuela el camino hacia estas exigencias tiene tropiezos e incluso reveses, de acuerdo con activistas consultadas por la Voz de América. Pese a la situación, muchas mujeres venezolanas trabajan desde sus respectivas tribunas en pro de esa igualdad de género.
Magdymar León
Magdymar León, coordinadora general de la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (AVESA), también es feminista, psicóloga clínica y profesora en la maestría de Estudios de la Mujer. En cada uno de sus respectivos roles realiza un aporte importante en pro de avanzar hacia la visibilización de las problemáticas que impiden la igualdad de género en Venezuela.
“Mi trabajo en favor de la igualdad de género se expresa en diferentes ámbitos. En mi trabajo clínico como psicóloga, especializado en acompañamiento a víctimas de violencia sexual. Desde AVESA hacemos muchas cosas,actividades educativas, campañas, investigaciones, nos interesamos por obtener datos de la realidad para poder hablar con fundamento sobre cuál es la realidad. Desde la academia por su puesto formando a otras feministas que se interesen en continuar en este legado, que puedan entender la importancia de estas luchas”, detalla en entrevista para la VOA.
Para León el tema de la igualdad de género en Venezuela ha tenido bastantes tropiezos e incluso reveses. “El hecho de que estemos en una emergencia humanitaria compleja y que haya una pobreza importante en el país hace que las brechas de género en vez de cerrarse, aumenten”, opina.
La especialista menciona problemáticas como la dificultad de acceso a salud sexual y reproductiva, lo cual a su juicio es un factor que amplía aún más la brecha entre hombres y mujeres
“Hay mayor brecha de género en este momento entre hombre y mujeres. Los datos por ejemplo, de acceso a salud sexual, reproductiva y garantías de salud reproductiva para mujeres tienen un impacto negativo en lo que tiene que ver con la igualdad de género. El hecho de que las mujeres no tengan la posibilidad de decidir el número de hijos que puedan tener, que tengan dificultades de acceder a métodos anticonceptivos (…) Eso no se ve con claridad en las zonas urbanas o en las grandes ciudades. Lo podemos ver con mucha crudeza en el interior del país, zonas populares y poblaciones indígenas”.
Destaca que aún faltan muchas cosas por hacer en Venezuela en materia de derechos de las mujeres. Entre esas mejorar los programas de salud sexual y reproductiva, así como las políticas públicas para que estén dirigidas a las mujeres y no a las madres. “Hay que promover la participación política de las mujeres, que la mujer sea protagonista del proceso de desarrollo del país. Que haya un reglamento de la Ley Orgánica sobre el Derecho a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia que se promulgó en 2007 y aún no tiene reglamento. Hay un sistema de justicia con muchas trabas e impunidad, eso no favorece a las mujere”, agrega.
También asegura que el tema del aborto es una deuda pendiente en pro de avanzar, pues Venezuela sigue siendo uno de los países con el marco jurídico más restrictivo donde solo se despenaliza el aborto en caso de que la madre corra peligro, pero no en situaciones como por ejemplo, el abuso sexual.
Gabriela Buada
Gabriela Buada es otra de las mujeres activas en pro de defender los derechos de todas. Durante 15 años se ha dedicado al periodismo, específicamente a la comunicación con enfoque de género y diversidad. A través de su organización Caleidoscopio Humano, la también profesora y defensora de derechos humanos visibiliza casos de la comunidad LGBTIQ+
“Caleidoscopio Humano surge justamente desde esa necesidad de visibilizar las violaciones de derechos humanos pero con ojos de género y de diversidad. Y nos hemos dedicado también a mostrar la realidad de los derechos humanos en estas poblaciones totalmente vulnerables”, destaca en entrevista a la VOA.
A juicio de Buada, en el caso de Venezuela hablar de igualdad de género es recordar que existen diversos desafíos derivados de los mismos factores como la crisis humanitaria, la inestabilidad política, la violencia de género, etc. Una problemática que agrava la situación de los derechos de las mujeres.
“La desigualdad económica existente sabemos que de manera desproporcionada afecta a las mujeres y que esto aumenta los niveles de pobreza, desempleo, condiciones laborales para muchas de ellas. Nosotros también de alguna forma hemos documentado casos en los últimos tres años, específicamente en 2023, de casos de trata y explotación, esclavitud moderna. Las mujeres que ejercen la prostitución, oficios domésticos como segunda opción para poder comer, como trabajos informales para poder comer, sin contar las que han salido al país y han sido víctimas de violencia”, explica.
Ante esto, la especialista afirma que el Estado venezolano no ha brindado atención a las demandas de las organizaciones feministas y defensoras de derechos de las mujeres.
“No hay transversalización en enfoque de género, no hay ni siquiera una política pública que te explique la necesidad de eliminar las barreras que impiden el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres en Venezuela. Tú vas a cualquier ministerio y sales revictimizada totalmente, no se respetan tus derechos como mujeres. Es urgente el compromiso real por parte del Estado y no como campaña política para decir que es un gobierno feminista, no es un Estado feminista cuando existen las desigualdades y las vulnerabilidades cada vez más profundas”, acota.
Reina Baiz
Reina Baiz es feminista, abogada, investigadora, escritora, activista y defensora de los derechos humanos. Su experiencia le ha permitido brindar seminarios, escribir libros y artículos sobre la violencia de género contra las mujeres y la violencia sexual.
Coincide con Buada y León sobre el largo camino que queda para lograr la igualdad de enero. A su juicio es necesario abordar temas como derechos sexuales, derechos humanos, derecho a una vida libre de violencia, entre otros puntos.
“Son necesarias las formaciones para capacitar, entendiendo que con la educación podemos generar cambios sociales, transformar la sociedad por una más justa, libre de todas las formas de violencias basadas en género”.
“Venezuela sigue siendo un país machista”, apunta.
Para todas las entrevistadas Venezuela sigue estando lejos de ser un país feminista, sigue siendo entonces un país machista donde prevalece una figura patriarcal.
“Si no lo fuera no tuviéramos las cifras de femicidios que tenemos, cifra de violencia contra las mujeres que cada tanto reporta el fiscal en redes, no tuviéramos trafica y trato de mujeres, comercio sexual. Hay un aprovechamiento de las condiciones de vulnerabilidad de las mujeres y hay un ejercicio de violencia por parte de la población masculina. Esta cultura es sostenida por hombres pero también pro mujeres por eso es que cada vez las mujeres tenemos que tomar en conciencia de que la igualdad de género es imprescindible para que haya garantía de derecho y para que nosotras podamos apoyar íntegramente al desarrollo del país”.
Por su parte, Reina Baiz también afirma que Venezuela no es feminista, y que la clave para continuar en este camino sigue siendo avanzar juntas en sororidad con pasos fuertes por una igualdad de género real y efectiva.
“Todavía las niñas, adolescentes y mujeres tenemos muchos desafíos, que unidas en sororidad podemos seguir avanzando en la construcción colectiva de una sociedad más justa y libre de todas las formas de violencias basadas en género”, expresa.
En estos mismos puntos coincide Gabriela Buada, quien agrega que el patriarcado, el machismo, la discriminación y la estigmatización siguen estando en el día a día del venezolano. “No es feminista porque es un país donde todavía la educación integral no está incluida en los pensums, no es feminista porque continúan siendo mayor el número de hombres que tienen participación política y representación política. No es feminista porque seguimos con los derechos totalmente vulnerados y cuando se habla de esto, se habla de manera romántica, de manera jocosa, de manera chistosa y no se entiende la importancia de resolver la crisis económica y política con también perspectiva de género para poder incluir políticas públicas adaptadas para resolver las brechas de género existente”.
Pese a las barreras que supone esta situación, Buada destaca que el 8 de marzo es un día para conmemorar la lucha y reiterar la reivindicación de sus derechos. “No se trata de satanizar nuestra lucha, sino que se trata de abrir camino para que nuestras niñas y adolescentes, las próximas generaciones, tengan mayores oportunidades, tengan derechos y además de eso se acabe o se evite de una vez por todas la violencia de género”.
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