El presidente Vladimir Putin prometió una fuerte respuesta militar a una serie de ataques ucranianos, perpetrados ayer en la frontera con Rusia, que describió como un intento de Kiev de descarrilar su intento de reelección. “Estos ataques del enemigo no quedan ni quedarán impunes”, dijo el veterano líder ruso por la televisión estatal.
Los ataques aéreos ucranianos fueron en las regiones fronterizas de Belgorod y Kursk, que también han sido testigos de feroces combates en los últimos días con grupos de sabotaje pro-Kiev. “Se trata de un intento de interferir en las elecciones presidenciales y atemorizar a la gente”, añadió el presidente ruso.
Putin afirmó que los ataques con drones procedentes de Ucrania se multiplicaron en los últimos días. “Del 12 al 14 de marzo, las tropas (…) han frustrado todas las tentativas de milicianos ucranianos de penetrar en el territorio de las regiones de Belgorod y de Kursk, en la Federación Rusa”, afirmó el Ministerio del Interior ruso.
Las elecciones en Rusia también se llevan a cabo en los territorios en conflicto ocupados por Rusia en Ucrania y en Transnistria, un territorio separatista pro-rruso situado en Moldavia.
En la región ucraniana de Donetsk, controlada por Moscú, soldados armados acompañaron a funcionarios electorales mientras instalaban urnas en pequeñas mesas en la calle o sobre los capós de vehículos.
“Aplastante victoria”. El conflicto en Ucrania y las elecciones en Rusia puso al rojo vivo las tensiones entre Moscú y las potencias occidentales. Tanto Ucrania como los gobiernos de las potencias occidentales calificaron los comicios de “farsa”. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, felicitó sarcásticamente a Putin por su “aplastante victoria”.
Odesa de luto. Además, al menos veinte personas murieron y más de setenta resultaron heridas ayer en uno de los peores bombardeos rusos contra Odesa, la gran ciudad portuaria del sur de Ucrania, a orillas del mar Negro, atacada ya dos veces en los últimos días. El presidente Volodimir Zelenski denunció el “infame ataque” realizado con dos misiles, el segundo de los cuales impactó “en el momento en que los socorristas y los médicos llegaban al lugar”. Entre los muertos hay encuentran residentes, un paramédico y un socorrista”, dijo el gobernador regional Oleg Kiper en Telegram.
La municipalidad decretó un día de luto después de este ataque, uno de los más mortíferos en Odesa desde el inicio de la invasión rusa contra esta exrepública soviética hace más de dos años. “El terror ruso en Odesa es una señal de la debilidad del enemigo, que lucha contra civiles ucranianos en un momento en que no puede garantizar la seguridad de su pueblo en su propio territorio”, afirmó Andréi Yermak, el jefe de gabinete de Zelenski. Con estas declaraciones, Yermak se refirió a los recientes ataques ucranianos y a las incursiones de milicias rusas pro-ucranianas en territorio ruso.
Según el ejército ucraniano, las fuerzas rusas dispararon “misiles balísticos Iskander desde Crimea”, península ucraniana anexada por Rusia en 2014, y hubo dos ataques consecutivos en el mismo lugar, indicó el servicio de emergencias.
Imágenes difundidas por las autoridades mostraron a rescatistas exhaustos, cubiertos de sangre, apagando las llamas y atendiendo a los heridos. Se trata del tercer ataque mortal desde principios de marzo en Odesa.