Fiscales federales señalan que presidente hondureño aceptó dinero de narcotraficantes

Ciudad de MéxicoEl gobierno de Honduras funciona básicamente como un narcoestado debido a que el actual presidente y mandatarios anteriores han recibido aportaciones de campaña de traficantes de cocaína a cambio de protección, acusaron fiscales federales estadounidenses.

En un documento de 49 páginas presentado el viernes en el distrito sur de Nueva York se señala al presidente hondureño Juan Orlando Hernández como un co-conspirador que trabajó con su hermano, Juan Antonio “Tony” Hernández, y el expresidente Porfirio Lobopara aprovechar al narcotráfico a fin de consolidar el poder y el control en Honduras”. En el documento se afirma que el presidente y su predecesor “dependieron del dinero del narcotráfico” para financiar campañas políticas y se mencionan “pruebas de corrupción a altos niveles políticos”.

El documento fue presentado apenas meses después de que otros escritos también entregados ante una corte federal mostraran que el actual presidente y algunos de sus asesores más cercanos figuraban entre los objetivos de una pesquisa de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), lo cual aumenta las dudas en torno a la aseveración del gobierno estadounidense de que Honduras ha contribuido a frenar el flujo de drogas.

Washington mantiene un firme apoyo al gobierno de Hernández, al que ha canalizado millones de dólares en cooperación de seguridad para detener los envíos de cocaína a Estados Unidos desde Sudamérica.

En un comunicado dirigido “a la comunidad nacional e internacional”, la Presidencia de la República de Honduras dijo que el presidente Hernández “niega categóricamente las perversas y falsas acusaciones del traficante de drogas identificado como Alexander Ardón por la cadena Univisión”.

Más tarde emitió por separado un comunicado más extenso en que sugirió que las acusaciones en Nueva York fueron presentados por narcotraficantes que buscan tomar represalias contra el presidente, quien estuvo al frente del Congreso del país centroamericano en 2012, cuando la legislatura autorizó la extradición de ciudadanos hondureños para que enfrentaran cargos por narcotráfico en Estados Unidos.

Desde entonces, aseveró la Presidencia, más de 40 hondureños han sido extraditados y otros han negociado acuerdos de culpabilidad con funcionarios estadounidenses a cambio de información.

“El Presidente Hernández ha sido implacable en la batalla contra los narcotraficantes sin importar las represalias previsibles, hasta el punto de que uno de sus 17 hermanos, un hermano menor, ahora está siendo juzgado en Nueva York”, se lee en el comunicado.

Los fiscales señalan específicamente que Hernández utilizó $1.5 millones de dinero del narcotráfico para asegurar su llegada a la presidencia en 2013. Ese apoyo de campaña fue entregado en efectivo vía sobornos a autoridades hondureñas, así como en la forma de regalos y favores a políticos locales, según los fiscales. Hernández ganó la reelección en 2017, a pesar de que por ley no podía contender de nuevo por la presidencia y su triunfo suscitó acusaciones generalizadas de fraude electoral.

El documento también hace referencia a diversos pagos por un millón de dólares o más que narcotraficantes hicieron a Lobo.

Las autoridades hondureñas arrestaron en 2018 a la esposa de Lobo acusada de desviar fondos públicos por un equivalente a $700,000. En 2017, el hijo de Lobo, Fabio, fue sentenciado en Estados Unidos a 24 años de prisión acusado de tráfico de drogas.

Hernández tuvo como mentor a Lobo, quien supervisó su ascenso al poder.

Esos papeles forman parte de los documentos previos al juicio para el caso que se abrirá en septiembre contra Tony Hernández, arrestado en 2018 en Miami bajo cargos de contrabandear miles de kilogramos de cocaína hacia Estados Unidos.

Los fiscales describen a Tony Hernández como un “narcotraficante violento que movía toneladas de droga” y tenía considerable influencia en altos funcionarios hondureños, que a cambio le protegían sus envíos y territorios. También afirman que miembros de la Policía Nacional de Honduras escoltaron sus envíos de cocaína por aguas y espacio aéreo del país, mientras Lobo alguna vez desplegó a personal militar en la frontera con Guatemala para impedir que otro narcotraficante invadiera territorio occidental de Honduras.

En al menos dos ocasiones, dijeron los fiscales, Tony Hernández contribuyó al asesinato de narcotraficantes rivales, uno de los cuales fue ejecutado por un efectivo de la policía nacional por encargo suyo. El homicida fue ascendido después a jefe de la policía, según los fiscales.

La DEA subrayó que la trayectoria de Tony Hernández como narcotraficante inició en 2004 y continuó después de ganar un escaño en el congreso hondureño en 2014, supuestamente para evitar la extradición.

Se desconoce qué hacía Hernández en Miami cuando agentes de Estados Unidos lo detuvieron el año pasado.

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