
S T. Thomas, Islas Vírgenes de EE. UU. – Agentes especiales de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, en inglés) del Servicio de Inmigración y Aduanas de EE. UU. (ICE, en inglés), arrestaron ayer en St. Thomas a una ciudadana dominicana por delitos relacionados con un esquema de prostitución y contrabando de personas extranjeras.
Según documentos judiciales revelados este jueves, entre diciembre de 2018 y agosto de 2019, una mujer de nombre Yohanna González-McFarlane, de República Dominicana, presuntamente reclutó a jóvenes extranjeras y se las arregló para llevarlas de contrabando a las Islas Vírgenes de los Estados Unidos para ejercer la prostitución mientras trabajaban en un club nocturno subterráneo que era operado por ella en St. Thomas.
González-McFarlane alojó a las mujeres en una residencia en St. Thomas y les exigió que practicaran sexo comercial en el club nocturno que operaba para pagar sus deudas de contrabando.
Los agentes del HSI trabajaron en conjunto con el FBI, Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) de Estados Unidos, la Administración de Control de Drogas (DEA) y el Departamento de Policía de las Islas Vírgenes (VIPD).
«Supuestamente, esta mujer tenía el negocio de contrabandear mujeres jóvenes con fines de lucro y utilizaba la intimidación y el abuso para obligar a sus víctimas a participar en actos sexuales», dijo Ivan J. Arvelo, agente especial a cargo de HSI San Juan.
“El número de veces que las mujeres fueron víctimas de su actividad criminal es reprensible. La seguridad y el bienestar de las víctimas son lo primero y continuaremos trabajando con nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley para garantizar que estas organizaciones criminales dejen de victimizar para obtener ingresos”, sostuvo. Las autoridades federales no indicaron la cantidad exacta de mujeres que que fueron traficadas y traficadas y prostituidas.
Las actividades de González-McFarlane llamaron la atención de la policía cuando una de las mujeres originarias de Venezuela informó en secreto las condiciones de trato a su familia a través de mensajes de texto y llamadas. Los familiares de la joven mujer a su vez contactaron al VIPD. Según documentos judiciales, la joven envió mensajes indicando que se vio obligada a prostituirse y que temía peligro físico.
El documento de acusación también indica que el FBI realizó una operación de recuperación y rescató a la joven de la barra. Un agente encubierto del FBI, negoció con Gonzales-McFarlane para obtener una «cita» con la joven fuera de las instalaciones del bar. Como resultado, la joven pudo escapar.
Los documentos de la corte también describen amenazas de muertes presuntamente hechas por González-McFarlane y otros en el bar para matar a jóvenes extranjeras obligadas a trabajar allí y quemar el pasaporte de una de las mujeres.